Fin a una campaña anodina y de poco contenido provincial

Seis escaños por delante y nada claro. Tras una campaña corta, que a algunos se le puede haber hecho larga, los cinco partidos con opción a un diputado en Córdoba ya no pueden hacer más que esperar a que las urnas diriman la representación de la provincia en el Congreso.

Precisamente de la provincia, lo que es hablar, se ha hablado poco. En estos siete días de campaña se han podido escuchar y leer mensajes calcados de los líderes nacionales, de los cuales en plena campaña tan solo se ha dejado ver por aquí el presidente en funciones, Pedro Sánchez.

Pactos posibles e imposibles y Cataluña han colmado los actos y mítines de los partidos, pero la Córdoba que queda olvidada casi siempre en los Presupuestos Generales del Estado parece haber corrido la misma suerte en una campaña descafeinada que ha tenido su punto álgido en los debates, especialmente en el celebrado en clave femenina.

Sí se ha recuperado alguno de los grandes proyectos provinciales, los de las eternas promesas, como es el caso de la N-432. Pero la situación catalana y la posible crisis económica han tenido muchísimo más peso, especialmente para dejar bien claro las diferencias entre los partidos.

También ha sido una campaña sin grandes mítines, con actos electorales en salones de hoteles y mucha calle, mucha carpa y mucho reparto de papeletas. En esto ha tenido que ver, precisamente, esa poca presencia de los grandes líderes, a excepción de Sánchez. El acto del candidato socialista a la Presidencia ha sido el más multitudinario de los celebrados en esta semana, cuando reunió a 400 afiliados en la terraza del Hotel Hesperia (aunque se vio más cargo que otra cosa).

La visita de Sánchez vino además tras un paseo en precampaña en el que no dijo ni una palabra. Que el candidato a la reelección repita en Córdoba puede tener que ver con las previsiones del barómetro del CIS, que recupera para el PSOE un tercer diputado por Córdoba. Algo que, por difícil, no es imposible. Ese mitin de Sánchez, además, coincidió con una jornada electoral en la que se le pudo ver en tres provincias andaluzas, evidenciando el poder de Andalucía a la hora de arañar escaños en el Congreso.

Los partidos cierran campaña

Más allá de ese acto, poco más se puede reseñar de una campaña que se ha cerrado sin mucha fiesta. El propio PSOE lo ha hecho en el Bulevar de Gran Capitán (y algunas visitas a municipios de la provincia) con el cabeza de lista por Córdoba, el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, acompañado de ese posible tercer diputado, Antonio Hurtado.

Tan poco efusivo ha sido el final de esta campaña que el PP ni siquiera se ha esperado a última hora para ponerle el broche. El número uno al Congreso de los populares por la provincia, Andrés Lorite, ha cerrado por la mañana de manera oficial esta campaña acompañado de más miembros de la lista, también candidatos al Senado. Sí que ha usado las últimas horas del día para viajar por la provincia, pero de nuevo nada a reseñar por estos lares.

El PP fue uno de los grandes damnificados en las generales de abril, cuando pasó de dos a un solo diputado (el propio Lorite) debido a la irrupción de Vox. No parece posible que la subida vaticinada para el partido de ultra derecha pueda afectar a ese escaño, e incluso cabría la posibilidad de que la división del voto llegara a beneficiar a los populares y pudiera recuperar el diputado perdido antes de que el PSOE sumara su tercero.

Que la lucha de los populares está más centrada en evitar la fuga de sus votantes a Vox ha quedado claro, con frases como la que lanzó Lorite hace apenas unos días: “El voto útil es el apoyo al PP y a Pablo Casado, pues todo lo demás beneficia a Pedro Sánchez y al PSOE, incluido el voto a Vox”.

El voto útil ha sido, a su vez, el gran caballo de batalla de Ciudadanos. La formación naranja es una de las que más, si no la que más, se la juega este domingo. Las encuestas apuntan a una caída en picado del partido de Albert Rivera en las urnas, aunque se les ha escuchado desechar encuestas y recordar que casi siempre las han recuperado.

El barómetro del CIS para Córdoba aúpa a los socialistas a costa de Cs o Vox, y el candidato de la formación naranja por Córdoba, Marcial Gómez, se ha tomado la posible pérdida del sillón muy en serio. Gómez se ha llegado a montar en un autogiro para sobrevolar Córdoba en esta campaña, aunque para el cierre se ha ido a Barcelona. Allí ha echado el telón a estos días Albert Rivera y, en un intento de hacer fuerza, ha concentrado a todos los candidatos provinciales en un mitin en el Palacio de Congresos de la Ciudad Condal.

Los fines de campaña más al uso han sido, en este caso, los de Unidas Podemos y Vox. La coalición de izquierdas se ha despedido de la campaña electoral en la Corredera (un sitio casi fetiche para estos partidos) que ha contado además con la participación del cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero (fuera de la cúpula de la formación morada, pero bastante activo en esta campaña).

Unidas Podemos es el partido que, a priori, tiene más posibilidades de quedarse cómo está. Su candidata por Córdoba, Martina Velarde, podrá repetir casi con total seguridad por una provincia histórica para la izquierda, pero en la que al líder de la formación, Pablo Iglesias, ni siquiera se le ha visto en precampaña (aunque sí a Alberto Garzón).

Vox también organizó acto de cierre de campaña, en este caso en el Centro Cívico Poniente Sur, junto a la plaza de toros Los Califas. El mismo barómetro del CIS también apunta a que José Ramírez del Río, que encabeza la plancha de Córdoba de Vox al Congreso, podría ser uno de los que se quedara sin escaño en beneficio del tercero que se iría a los socialistas.

Sin embargo, las encuestas a nivel nacional no apuntan hacia una caída de Vox este domingo, sino a todo lo contrario, aunque todo puede ocurrir teniendo en cuenta que las urnas deciden por un puñado de votos.

A partir de las 20:00 del domingo se sabrá el destino de esos seis escaños por Córdoba, hasta ese momento, no queda más que reflexionar (y votar).