XI Feria del Emprendimiento en Córdoba

La inocente apuesta por el autoempleo

  • Unos 7.000 niños de 48 centros educativos de la provincia participan en un programa de emprendimiento llevando a cabo sus propias iniciativas empresariales

Foto de familia de la entrega de los carnés de emprendedores.

Foto de familia de la entrega de los carnés de emprendedores. / Juan Ayala

Unos 650 alumnos de 39 centros educativos de Córdoba y provincia de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional se dan cita en el bulevar del Gran Capitán de la capital en la XI edición de la Feria del Emprendimiento, un encuentro anual que la Junta celebra simultáneamente en todas las provincias andaluzas en el marco del Plan para el Fomento de la Cultura Emprendedora en el Sistema Educativo Público de Andalucía, en los que se dan cita esos estudiantes que han participado en el programa Innicia durante el curso escolar. A los alumnos, que se encuentran en el bulevar para vender durante una jornada los productos que han elaborado merced a sus ya capacidades emprendedoras, les acompañan aquellos profesores que les han ayudado en el programa, que también forman parte del mismo.

"Este programa y esta feria son un acierto porque en los colegios e institutos estamos acostumbrados a mucha docencia, mucho contenido educativo, pero nos olvidamos de una rama importante para el futuro de nuestra sociedad, que es la empresa, y es importante que desde edades tempranas se fomente la iniciativa empresarial y las ideas de negocios", comenta el delegado de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo.

Innicia es un programa para ayudar a la formación del alumnado a cómo ser creativo, innovador y emprendedor desde todos los ángulos y áreas pedagógicas, recuerda la delegada de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Inmaculada Troncoso, quien insiste en que en la provincia son, en total, 7.000 los alumnos que participan en el programa y en la feria, repartidos en 48 centros educativos. "Esta Feria del Emprendimiento viene a ser el culmen del el programa Innicia,  que se lleva a cabo en los centros docentes con el objetivo de reforzar la idea de que es necesaria la creatividad para fomentar el empleo, para fomentar la iniciativa en los distintos negocios futuros". Troncoso destaca que "detrás de todo esto hay un gran número de profesorado implicado, responsable y que apoya al alumnado para que lleve a cabo este tipo de iniciativas de forma creativa".

El delegado provincial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, y Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Ángel Herrador, detalla que este año la feria tiene dos novedades, "la figura de los facilitadores y el carné del emprendedor".

Detalla que los facilitadores estarán en todo momento al lado de profesores y alumnos "para reforzarles en esta cultura emprendedora que ellos tienen ya desde jóvenes y, posteriormente, una vez que concluye su periodo educativo, estarán en los centros de apoyo al desarrollo empresarial (CADE) para ofrecerles un asesoramiento personalizado en lo que se refiere al desarrollo de sus iniciativas". En segundo lugar, el carné de emprendedor "es un premio para identificar a estos niños y jóvenes con sus iniciativas emprendedoras", relata. Es una manera de mostrarle y agradecerle a los estudiantes el esfuerzo que han hecho durante todo el año "y que se sientan emprendedores de verdad".

Expositor del Instituto Cecilio Jiménez, de El Viso Expositor del Instituto Cecilio Jiménez, de El Viso

Expositor del Instituto Cecilio Jiménez, de El Viso / Juan Ayala

Uno de los institutos que han acudido al bulevar es el Cecilio Jiménez, de El Viso. "La miniempresa de la que presentamos productos en la feria la componen nueve alumnos, a los que hemos ayudado cuatro profesores durante todo el curso", insiste María Isabel Pizarro. La profesora detalla que también les han acompañado alumnos que no son de la empresa , "alumnos mediadores, nuestro centro tiene un programa de alumnos mediadores y para agradecerles el trabajo que han desarrollado durante todo el año han venido acompañándonos".

María Isabel detalla que empezaron a trabajar en la miniempresa a principios de curso, a razón dos o tres sesiones con los alumnos a la semana, "organizándonos para ver las ideas que teníamos cada uno y lo que podíamos elaborar, además de para comprar las cosas que necesitábamos, hacer los cálculos...". La profesora insiste en que, "realmente, el objetivo de la miniempresa es que los alumnos se vayan concienciando para ser emprendedores, se hagan a la idea de lo que ellos quieren hacer y cómo quieren hacerlo, ver cómo pueden venderlo para que sea rentable". La miniempresa del instituto Cecilio Jiménez ofrece, entre sus productos, pendientes, collares, bolsitos y jabones de elaboración propia, además de pulseras, libretas, cuadernos...

Expositor del Colegio Virgen de la Esperanza de Córdoba Expositor del Colegio Virgen de la Esperanza de Córdoba

Expositor del Colegio Virgen de la Esperanza de Córdoba / Juan Ayala

"Nosotros, por ejemplo, lo que tenemos es una miniempresa educativa en la que planificamos una serie de productos, vamos a hacer las compras, luego elaboramos esos productos que hemos planificado y luego los ponemos a la venta, comenta Benito Polo, profesor del Colegio Específico de Educación Especial Virgen de la Esperanza, de Córdoba. "Normalmente lo hacemos con las familias del colegio, hacemos una campaña de difusión a través de propaganda con folletos y luego ya nos van haciendo las peticiones; los alumnos son los que se encargan de  ir repartiendo por las clases los productos", detalla. En este proyecto este año están implicados unos 14 alumnos, "aunque el centro en sí se implica totalmente en lo que es la dinámica de todo el proceso", puntualiza. La miniempresa del Virgen de la Esperanza elabora productos con materiales reciclables, "para que también se mentalicen y responsabilicen los alumnos de cuidar el planeta", añade.

Expositor del Colegio Virgen de la Cruces, de El Guijo. Expositor del Colegio Virgen de la Cruces, de El Guijo.

Expositor del Colegio Virgen de la Cruces, de El Guijo. / Juan Ayala

El Colegio Virgen de las Cruces, de El Guijo, lleva ya "bastantes años" llevando a cabo el programa, según detalla la profesora Rosa María Bernier. "Los niños y niñas participan con mucha ilusión; es una tradición ya esa participación. Están implicados todos los niños y niñas de Primaria y el dinero que sacan lo donan absolutamente todo para acciones sociales en Burkina Faso". Rosa María insiste en que "somos un colegio muy pequeñito y ahora son 14 nuestros alumnos" que forman parte de esa cooperativa que han dado en llamar Con un granito de arena.

Expositor del Instituto Don Diego de Bernuy, de Benamejí. Expositor del Instituto Don Diego de Bernuy, de Benamejí.

Expositor del Instituto Don Diego de Bernuy, de Benamejí. / Juan Ayala

Ramón Cuenca, profesor de Fabricación Mecánica del Instituto Don Diego de Bernuy, de Benamejí, prepara el espacio reservado en el bulevar para ese centro educativo, junto a uno de sus alumnos,Daniel Luque, y a su compañero docente Manuel Martínez. "En el instituto tenemos tres cooperativas", detalla. Una de ellas es la del Cortijo El Susami, que se dedica al desarrollo de productos del huerto y a vender, sobre todo, menús diarios, según explica. "Luego tenemos otra cooperativa que se dedica a teatro, que de hecho está haciendo ahora mismo una representación, y por último tenemos otra cooperativa que se dedica al diseño y fabricación de mobiliario tanto urbano como de oficina" añade

Ramón detalla que en esta última cooperativa "tenemos diferentes diseños de mesas, estanterías...lo que corresponda, fabricamos con diseños a medida según las necesidades del ciente y lo hacemos en acero al carbono pintado de negro oscuro, con maderas que van desde pino laminado hasta nogal, obviamente va subiendo el precio en función de lo que se quieran gastar". El profesor cuenta que la cooperativa de teatro la componen unos 40 alumnos; la del Cortijo El Susami, 10; y la de diseño y fabricación de muebles, 14.

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