Córdoba

Estrategias y campaña

  • Partidos como el PP solapan la agenda nacional y local, otros aún no tienen los candidatos a las municipales y los que sí tienen lista no rentabilizan esa ventaja 

Presentación de la candidatura del PP a las elecciones generales.

Presentación de la candidatura del PP a las elecciones generales. / Jordi Vidal

Quizá ya haya tenido ocasión de encontrarse con alguno de ellos. Están por todas partes, aunque sienten predilección por los mercadillos, mercados y plazas varias. Suelen ir en grupo, quizá montan algún tenderete y los hay hasta con regalos, desde llaveros a los clásicos bolígrafos. Efectivamente son los candidatos que encabezan las listas de los partidos por Córdoba y ya están en campaña, aunque realmente este periodo no empiece de manera oficial hasta el próximo 14 de abril.

Los candidatos ya han irrumpido en nuestra rutina y es imposible escapar. No sólo se los van a encontrar si van a comprar el pan, también los escucharán en la radio y los verán en el telediario. Es lo que toca. La semana de hecho ha transcurrido en Córdoba con la presentación de las candidaturas una vez que ya se han hecho oficiales y pasado un poco el disgusto de algunos. El PP está volviendo a repetir la técnica que utilizó en la campaña de las elecciones andaluzas, que es compaginar la agenda de las generales con las municipales.

Prácticamente no hay acto de Andrés Lorite –el candidato al Congreso–, en el que no esté el candidato a la Alcaldía, José María Bellido y viceversa y además el portavoz popular está aprovechando que el foco mediático está puesto en la política para ir presentando su lista.

En el resto de partidos parece que van más por libre, algunos porque no tienen más remedio. Es, por ejemplo, el caso de Ciudadanos, que inexplicablemente sigue sin anunciar su candidata a las municipales ni el resto de la lista, a pesar de que quedan menos de dos meses para esa cita con las urnas.

Mientas tanto, es Marcial Gómez el que asume el protagonismo en un escenario que se antoja favorable por el carácter centralista de la formación naranja. El partido parece que sigue todavía asimilando su entrada al gobierno de la Junta de Andalucía y reconformando su estructura y esperando instrucciones de Madrid, que es quien marca el camino.

El PSOE, el único partido que tiene su lista ya confeccionada y aprobada, tampoco está rentabilizando esa ventaja. Es complicado entender que, al menos los que se consideran las apuestas de la alcaldesa, Isabel Ambrosio, no están ya en todos los actos de la regidora y del partido, ni que tampoco acompañen a los candidatos actuales a las generales. La regidora no ha querido aún escenificar la batalla que le ha ganado a la dirección del partido en Córdoba y en Sevilla.

En Izquierda Unida, Podemos y Ganemos, después de su ruptura definitiva, no se sabe muy bien qué papel jugarán sus candidatos municipales en esta campaña a las generales. Por el momento, tampoco es que los candidatos de Unidas Podemos estén teniendo actividad en Córdoba. Salvo la información de la candidatura no se ha vuelto a saber nada de ninguno de los candidatos, de sus propuestas o de su agenda de campaña.

Vox también ha formalizado su candidatura, aunque en Córdoba están más pendientes del candidato a las municipales. El fichaje de la periodista Paula Badanelli –que ha trabajado, por ejemplo en el equipo del ex alcalde José Antonio Nieto– como número dos está siendo entendido en algunos foros como una estrategia interna para que el PP pueda contar con personal de confianza en el Ayuntamiento si, llegado el momento, es necesario pactar.

El escenario que resultó a nivel andaluz –con el cogobierno de Partido Popular y Ciudadanos y el apoyo de Vox– es al que aspiran estas formaciones tanto a nivel nacional como local. Esto es solo una teoría de la conspiración. La otra tiene que ver con los egos, como pasa en la izquierda.

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