Medio ambiente

Ecologistas en Acción Córdoba critica la "irracionalidad" de las reacciones a las medidas de ahorro energético

  • La plataforma afirma que es necesario implementar un nuevo modelo económico no dependiente de los combustibles fósiles

La empleada de un comercio regula la temperatura del aire acondicionado del local.

La empleada de un comercio regula la temperatura del aire acondicionado del local. / El Día

Como consecuencia de la anunciada disminución del suministro de gas ruso a la Unión Europea, se están empezando a aplicar medidas de ahorro energético dirigidas fundamentalmente a reducir el consumo de gas en un 7% en los próximos meses. Las medidas más controvertidas han sido la de apagar escaparates fuera del horario comercial y la de regular los termostatos de los sistemas de climatización, en determinados espacios, de manera que no superen los 27 grados en verano y 19 grados en invierno. Medidas ambas "absolutamente menores e intrascendentes cuyo impacto en la vida cotidiana, en la economía, la industria, la movilidad va a ser prácticamente nulo", aseguran desde Ecologistas en Acción Córdoba, que critica la "irracionalidad" de las reacciones ante el anuncio. 

Ecologistas en Acción Córdoba destaca que la ciencia viene advirtiendo que para evitar una dolorosa disrupción climática que lleve a la vida en el planeta a un punto límite -entre tres grados y cinco grados de incremento de la temperatura media a finales de este siglo- es necesario limitar el consumo de todos los combustibles fósiles, no solo del gas, para conseguir reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% para el año 2030. “Esta reducción debe ser del orden de un 7% anual, la misma cifra que se aplica ahora puntualmente al gas, pero aplicada a todos los combustibles fósiles durante los próximos años. Es decir, también al petróleo, que es el combustible que mueve el 90% del transporte en el conjunto del planeta” afirman desde Ecologistas.

La plataforma afirma que “es necesario implementar un nuevo modelo económico no dependiente de los combustibles fósiles, no dependiente del petróleo y, en consecuencia y considerando la magnitud del esfuerzo y la lenta introducción de las energías renovables en nuestro sistema energético, un modelo caracterizado por la austeridad en el suministro de energía en el que posiblemente tengamos que dividir por tres nuestro consumo actual como afirman gran número de analistas y de investigadores”.

Aunque en general las medidas que ya se están aplicando han sido aceptadas con resignación e incluso con comprensión -destaca este colectivo-, “desde el negacionismo climático y desde los sectores más conservadores de la sociedad y del empresariado se han levantado voces indignadas contra las mismas. Si estas medidas tan moderadas de reducción del consumo de gas han generado tanta oposición y tanta controversia, ¿Qué reacción podemos esperar cuando propuestas similares se hagan extensivas al conjunto del suministro de energía en nuestra sociedad?”

Para el colectivo ecologistas, “si tenemos que tomar estas decisiones y una parte de la comunidad se empeña en utilizar la escasez como arma arrojadiza para acercarse al poder o para defender sus intereses financieros, debemos tener claro que solo la firmeza y la contundencia con las que nos enfrentemos a estas élites consumistas, negacionistas y acaparadoras de recursos podrá enderezar el curso de la historia”.

“Es el tiempo de la formación, de la sensibilización, del compromiso, de la organización popular” afirman los ecologistas. “Empecemos a construir desde mañana mismo la alternativa ecológica y social que permita cambiar el modelo y apostar por un sistema económico que no se ampare en el crecimiento, que entierre los combustibles fósiles, que respete los límites del planeta y que no se empeñe en defender el crecimiento infinito en un planeta finito”.

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