Ejército de Tierra
Los desafíos tecnológicos en el ámbito de la Defensa, a debate en Córdoba
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, dio ayer a conocer a un centenar de hermanos mayores de cofradías de toda la Diócesis la creación de un instrumento que viene a partir de ahora a estrechar la relación económica entre estas corporaciones, las parroquias y cualquier otra asociación eclesial con el Obispado. Se trata del Fondo Común Diocesano, creado por decreto el pasado 23 de enero, y el aspecto más llamativo del mismo es la obligación que desde ahora tienen todos estos colectivos de aportar al mismo el 10% de sus ingresos brutos.
Este fondo, como señalan sus estatutos, surge como "un instituto canónico sin carácter autónomo aunque con contabilidad separada, que agrupa todos los bienes bajo dominio y titularidad de la Diócesis de Córdoba". ¿De qué se nutre? En el artículo tercero de esta normativa se recoge que se financia de la cantidad recibida del fondo común interdiocesano de la Conferencia Episcopal Española, que es la cantidad que corresponde anualmente de lo recaudado por el Gobierno en concepto del IRPF. También se alimenta de los bienes recibidos sin finalidad específica, de las rentas provenientes de los bienes eclesiales, de estipendios, colectas o tasas. A todo esto se suma el 10% ya mencionado.
Pero el 10% no será una cantidad fija. El obispo recoge en el decreto de creación de este fondo que la cantidad estipulada -que recoge la figura histórica de los diezmos- puede ser revisada al alza "para aquellas parroquias y otras instituciones colaboradoras que tengan un mayor volumen de ingresos anuales".
Pero el obispado tendrá también en cuenta a los que tengan dificultades económicas de cualquier tipo. En el artículo séptimo de los estatutos se recoge que "en el supuesto de realización de obras de restauración o reforma que necesiten financiación ajena o en el caso de especiales circunstancias económicas, la parroquia podrá solicitar que se acuerde una reducción en el porcentaje de aportación o una exención de la misma, por el periodo que se determine".
Demetrio Fernández insistió en que la filosofía que sustenta este fondo es que "la familia la sostenemos entre todos y la Diócesis es una familia". Por esto, dijo, la Iglesia es "una escuela de comunión de bienes espirituales y materiales". Esta fórmula de gestión económica está implantada prácticamente en toda España y contribuye, además, a una gestión más transparente del dinero. "Se rendirán cuentas, faltaría más, porque la transparencia es fundamental en el Obispado, en las instituciones y en las hermandades, para que no haya trampa ni cartón y así evitaremos cualquier chanchullo por si alguien tiene la tentación".
Al término de la exposición, el obispo respondió a las dudas de los hermanos mayores asistentes a la reunión en el Palacio Episcopal.
10
También te puede interesar
Lo último
CONTENIDO OFRECIDO POR San Miguel