Es un Día de la Madre atípico en Córdoba. La pandemia por coronavirus ha impedido a las familias comer fuera, aprovechar el buen tiempo que brinda mayo en alguna terraza o en las cruces y los encuentros entre familiares y amigos. Aun así, lo que el covid-19 no ha podido impedir en la provincia es que se multipliquen los gestos solidarios entre vecinos y, sobre todo, hacia los más afectados por esta crisis sanitaria. 

La pastelería Roldán, 30 años de tradición pastelera en Córdoba, se ha puesto manos a la obra para darle vida al regalo más dulce de todos: una tarta gigante de bizcocho de chocolate y avellana con crema de nata que han entregado a más de 180 madres, abuelas y trabajadoras de la residencia de mayores de la calle Buen Pastor, gestionada por la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Uno de los responsables de la pastelería, Francisco Roldán, explica que la idea surgió para darle vida a un día que es especial también para los niños en edad escolar, que se pasan horas en el colegio pintando dibujos para sus madres, lo que este año tampoco han podido hacer. Por eso se les ha ocurrido "imprimir" esos dibujos en las tartas que encargan las familias para celebrar este día y, además, han hecho un sorteo entre todas las creaciones para ponerlo "en grande" en la tarta solidaria. 

El dibujo ganador del sorteo de Pastelería Roldán, en la tarta solidaria.

"Las mejores madres se convierten en superabuelas" es el texto que acompaña al dibujo de Juan Antonio, uno de los niños participantes del sorteo y que ha sido pintado en la nata del pastel más especial de todos. Para los trabajadores de la pastelería, que se ha visto afectada por la crisis económica y la cancelación de eventos por el coronavirus, esta acción solidaria supone brindar una alegría a madres y abuelas que no han podido salir en más de 50 días y tampoco pueden recibir visitas pues, además, la residencia se vio profundamente afectada con el contagio de varios mayores en el mes de marzo, los días más difíciles para los residentes. 

Desde Roldán también han tenido que tomar todas las precauciones posibles para la entrega de la tarta, desde equipos de protección y desinfección, hasta ceñirse al protocolo higiénico estricto que siguen en la residencia para evitar un nuevo brote y que también han seguido para hacer las demás entregas de pedidos desde que comenzó el confinamiento. 

El Día de la Madre en la provincia ha sido, también, un respiro para el sector, explica a el Día Francisco Roldán, quien ha visto un rayo de luz en medio de la incertidumbre económica que deja a su paso la pandemia. Los encargos para este día no cesaron hasta bien entrada la tarde de este sábado y se traducen en un subidón de ventas en la pastelería, situación que les permite mantenerse en pie un día más. 

En la pastelería y desde que empezó el estado de alarma, no han parado de realizar acciones solidarias en comedores sociales como el de la Fundación Prolibertas, asociaciones, residencias y las personas sin hogar que se alojan en el Coelgio Mayor Séneca, una labor que, defiende Roldán, "nos ha alegrado la vida a todos".