La Década Prodigiosa, versión escolar

Fue hace cerca de 25 años cuando el grupo la Década Prodigiosa se popularizó con discos que trataban de recoger lo mejor de la música de decenios pasados. Ayer, en el patio grande del colegio Cervantes (de los Hermanos Maristas), los alumnos de cinco clases subieron al escenario para hacer algo parecido. No sólo bailaron ritmos de los 50, 60, 70, 80 y 90, sino que también vistieron siguiendo los patrones de la moda de entonces. Sonaron canciones de Elvis Presley, Los Sírex y Ricky Martin, el más reciente, entre otros números, uno de cada uno de estos periodos musicales, y los niños permitieron que sus padres viajaran en el tiempo con sus coreografías y su manera de vestir, peinados y maquillajes. Así abrió la fiesta de final de curso de este concertado, que también contó con actividades preparadas para los alumnos de Secundaria, como la Fantasmada, una especie de Castillo del Terror con personas que encarnaron a monstruos que se inició una vez que se echó la noche.

La fiesta fin de curso de Maristas fue la guinda del proyecto solidario Con otra marcha, programado para recaudar fondos económicos y destinarlos a colectivos sin ánimo de lucro. La causa hizo que tanto profesores como alumnos se esmeraran en dar lo mejor de sí en la tarde-noche de ayer. El turno de la versión infantil de la Década Prodigiosa llegó al término de una actuación de la Asociación Marearte, en la que estuvieron presentes estudiantes de Primaria del centro. Un total de 120 alumnos se encargaron de recordar algunos hits de décadas pasadas. La clase de los Pingüinos, con sus componentes vestidos de roqueros, bailaron El rock de la cárcel, de Elvis Presley. Los Delfines hicieron lo propio con la popular Escoba, de Los Sírex, de los 60; los Indios, con estética hippie, ofrecieron una divertida coreografía mientras sonaba un popurrí con canciones de los 70; las Hormigas, con sus niños ataviados de ochenteros, ellos engominados a lo John Travolta y ellas con voluminosos peinados a lo Olivia Newton-John, bailaron el Salta de Seguridad Social. Los Marcianos, por último, se mostraron como futbolistas y animadoras, para saltar La copa de la vida de Ricky Martin.

El siguiente acto corrió a cargo de los también llamados grupos de amistad del colegio, que prepararon una terrorífica dirigida a los alumnos de los últimos cursos de Primaria y de Secundaria. Por todo el colegio, en especial en el salón de actos y el de audiovisuales, hubo monitores que hacían las veces de monstruos para atemorizar a todo aquel que se acercaba. Mientras tanto, en el patio del colegio, el resto de la comunidad educativa, padres y alumnos se dieron un homenaje en la barra solidaria, ya que la recaudación iba dirigida a colectivos con necesidades. Manuel Llamas, uno de los profesores de Maristas, incidió en la "dedicación" que ha habido días atrás y destacó la importancia de desarrollar programas como el Con otra marcha "en tiempos tan difíciles".

Pero la fiesta de ayer no fue definitiva. El gran número de alumnos y de actividades preparadas para este último escalón del curso 2011-2012 han llevado al colegio Maristas a prolongarla otro jornada más. Hoy está previsto que varios centenares de niños y padres -y profesores- participen en las actividades. Los más pequeños se divertirán en la fiesta del agua, una cita que les ayudará a afrontar los más de 30 grados de temperatura que prevé Meteorología. También habrá zonas destinadas a las atracciones para que los niños jueguen y un maratón de fútbol-sala abierto a antiguos alumnos, profesores y padres de alumnos. El colofón será una vez pasada el mediodía, con un perol de arroz para que todos se lleven un buen sabor de boca y puedan dialogar sobre todo lo pasado ayer y hoy. Juego, risas e ilusión para colocar el broche a este último ejercicio escolar.