El gran incendio que en la tarde de este domingo ha afectado al polígono industrial de Chinales y ha puesto en jaque a los bomberos y las fuerzas de seguridad se originó en cinco focos distintos, de manera que cuando los vehículos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) intervenían en la zona iban surgiendo nuevos conatos.

La unidad de Policía Científica de la Comisaría ha abierto una investigación ante las evidencias de que el siniestro fue provocado. Por suerte, las llamas han sido controladas sin que haya que lamentar heridos.

Según la cronología de los servicios de emergencias, a las 14:18 se produce una llamada con número privado a la Jefatura de la Policía Local alertando de un fuego en las instalaciones de la antigua nave de Calmante Vitaminado, un recinto donde se ubica desde hace años un campamento chabolista. Minutos más tarde, a las 14:20, entra el aviso por el 112.

Al lugar se desplazan mandos del 092 y varias patrullas, aunque el suceso no ha hecho más que empezar. A las 15:15, comienza a arder un lateral de la nave de la empresa Moyano, que se extingue sin mayores daños. Y casi a la vez, según fuentes de emergencias, se tiene aviso de que la nave de la empresa Lomasur está también ardiendo, siniestro que es también extinguido después de afectar a alguna maquinaria.

Posteriormente, se recibe aviso de que una nave cercana dedicada a karting está incendiándose, adonde los bomberos del SEIS se desplazan; en esta ocasión, el fuego provoca daños de mediana consideración.

Un último aviso alerta de un contenedor de basura incendiado junto a la Iglesia Evangélica. 

Entre el primer fuego en las antiguas instalaciones de Calmante Vitaminado y el último, solo una hora de intervalo. Esto, unido a la distancia entre las naves, lleva a los investigadores a concluir que el reguero de fuegos pudo ser intencionado, lo que lleva a la intervención de la Policía Científica de la Comisaría.