La provincia de Córdoba suma una nueva jornada trágica por el coronavirus. Dos mayores han fallecido en la residencia de Rute y un tercero en la de Belalcázar a causa del covid-19, que ya suma medio centenar de víctimas desde que se decretara la alerta sanitaria.

En el caso de Rute, se trata de dos residentes del centro Juan Crisóstomo Mangas, que han perdido la vida este jueves y viernes, convirtiéndose en la tercera y cuarta víctima en esta ubicación. Los fallecidos son una mujer de 92 años, que pereció el jueves, y un hombre de 86 años que ha muerto este Viernes Santo, como ha informado el alcalde de Rute, Antonio Ruiz (PSOE).

En la actualidad hay otros nueve residentes ingresados en centros hospitalarios con coronavirus. Ruiz ha señalado que se ha procedido a realizar las pruebas al resto de mayores y ha recordado que hay ya una treintena de personas afectadas por coronavirus en el centro. Las otras dos personas que fallecieron en este centro eran un hombre de 84 años que murió el lunes y una mujer de 101 años que falleció la pasada semana también con covid-19. 

En Belalcázar, el coronavirus ha acabado con la vida de otra persona, de nuevo un residente de edad avanzada del centro de mayores Nuestra Señora de Gracia de Alcantarilla, en el que ya han muerto cinco personas desde que se decretara la alarma sanitaria por el covid-19.

Así lo han confirmado fuentes de la Fundación Prode, que gestiona las instalaciones, y que han concretado que la fallecida tenía alzheimer, "era de edad muy avanzada y ha muerto en la residencia". Las otras cuatro personas que han perdido la vida en este centro, tal y como ya informó en su día la entidad, presentaban, además, patologías previas de carácter grave.

La Fundación Prode ya confirmó que hasta el el pasado miércoles en el centro había 23 residentes positivos por covid-19, de los que una veintena son asintomáticos. Todos, según la misma información, permanecen en aislamiento conforme a los procedimientos marcados por la autoridad sanitaria y con tratamiento antibiótico.

Todas estas personas están atendidas por 16 auxiliares de enfermería, una terapeuta, cuatro trabajadores de atención indirecta, contratados por Fundación Prode, un médico de familia y cuatro enfermeros (tres de ellos del Servicio Andaluz de Salud y uno de la propia Fundación).

La entidad, además,  prevé que a partir de la próxima máxima se les puedan repetir las pruebas a los residentes asintomáticos, para sacar de la zona de aislamiento a todos aquellos que vayan superando el virus y el resultado sea negativo.