Solo la capital, en el conjunto de la provincia, empeora los datos de Lucena en el acumulado de positivos por coronavirus de los últimos 14 días. Córdoba, que multiplica por ocho la población de la localidad de la Subbética, registra 75 nuevos contagios en estas dos semanas y el municipio lucentino ha agregado a su estadística 38, más de la mitad. Estos guarismos confirman que, proporcionalmente, la segunda ciudad de la geografía cordobesa, presenta, actualmente, y de manera nítida, los índices más elevados de expansión del covid-19. En término globales, Lucena contabiliza 84 e, imponiéndose la lógica que determina el censo, Córdoba ha diagnosticado 664. 

En el entorno más cercano, municipios que han soportado dramáticas cadenas de transmisión del virus, con numerosos fallecimientos sobre todo en residencias de ancianos, ya consiguen impedir más positivos -es el caso de Montilla-, o reducir la estadística a un infectado puntual, como Rute, donde sí acaba de acaecer el fallecimiento de un hombre, de 77 años, desvinculado del geriátrico Juan Crisóstomo Mangas y que permanecía ingresado en el Hospital Infanta Margarita desde hace más de un mes.

A excepción de Cabra y Puente Genil, que han añadido, respectivamente, ocho y 11 positivos, en el resto de localidades de la Subbética y la Campiña Sur los nuevos positivos, en estas dos semanas, son residuales. Lucena ha engarzado incremento de casos, consecutivamente, entre viernes y el lunes, deteniéndose la propensión este martes. 

El alcalde de Lucena, Juan Pérez, conecta estos alarmantes parámetros –que reconocer obtener, como todos los ciudadanos, solo a través de la plataforma virtual de la Junta- con “las incidencias acontecidas” en Amara, centro de discapacitados psíquicos donde, al término de abril, se detectaron una quincena de afectados. Una causa, precisa el regidor socialista, que ha de desaparecer “en unos cuatro o cinco días”, cuando concluya el lapso de cuarentena impuesto en el edificio de la calle Cervantes. Por tanto, estos resultados prósperos cobrarían visibilidad oficial “en dos semanas”. 

Superados los días más comprometidos, solo uno de los internos sigue hospitalizado en el Infanta Margarita de Cabra y “la inmensa mayoría de los chavales son asintomáticos”, celebra Pérez. Una progresión favorable que conduce al alcalde a calificar la tesitura de “afortunadamente controlada”. El servicio de comedor de esta entidad ya ha recobrado el funcionamiento y, destaca el alcalde, “las normas y directrices sanitarias se siguen a rajatabla”. 

Posible aumento de robos con fuerza en la localidad

Admitiendo el efecto de este núcleo único, Juan Pérez sostiene que “ese goteo, permanente, continuo, se enmarca dentro de los datos generalizados de la comarca o de la media de la provincia” y rehúsa conferirles una trascendencia diferencial porque “no son especialmente significativos” y guardan "sintonía" con municipios de similares características. Paralelamente, el propio Ayuntamiento anunciaba, concluyendo el pasado mes, seis positivos entre empleados municipales.

La “responsabilidad ejemplar” observada por Pérez en las jornadas de mayor restricción de esta crisis sanitaria es la referencia que insiste en trasladar a la ciudadanía ante la autorización de los paseos, con niños o entre convivientes, y el regreso de la realización del deporte en la vía pública. Apela el compromiso “solidario” y remarca la imposición de “salir solamente para lo estrictamente necesario”, subrayando “la importancia” de “guardar la distancia social”. Asimismo “recomienda” el uso de la mascarilla.

Del mismo modo, el regidor advierte de los peligrosos riesgos de “cierto relajamiento” y emplaza a los vecinos de Lucena a “ser muy inflexibles en las normas y directrices marcadas a fin de evitar nuevos contagios”. 

Finalmente, asevera que la Policía Local, la Policía Nacional y la Guardia Civil “insisten” en los controles en distintos puntos estratégicos del término municipal y apunta que la dinámica de las denuncias mantiene “una tónica parecida a semanas anteriores”. No obstante, sí reconoce que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se preparan concienzudamente por un posible aumento de los robos con fuerza.