Muchas veces la solidaridad no tiene límites y se demuestra más si cabe en situaciones extremas. Un gran derroche de esa generosidad lo están protagonizando dos hermanas del barrio de Miragenil, en Puente Genil. Se trata de María Ángeles y Rosa Carmona que, ante la alarma generada por la escasez de mascarillas para evitar la propagación del covid-19, han decidido poner sus conocimientos de costura al servicio de sus vecinos, elaborando ellas mismas mascarillas de tela, que posteriormente son repartidas entre las personas mayores del barrio.

Como ambas hermanas explican, la idea surgió a primera hora de la mañana del martes, pero con el problema añadido de que se necesitaban telas de sábanas de algodón y gomillas. Ahí fue cuando entró en acción otra de las piezas claves en el éxito de la iniciativa, Luis Fernando Gama, que está al frente de la conocida confitería del barrio y que no dudó en desplegar la logística necesaria para buscar un almacén donde conseguir las gomas.

Todo ello, mientras varias vecinas colaboraban con la causa llevando sábanas a las casas de las dos hermanas, un proceso también complicado ya que ambas residen en el mismo bloque y, por lo tanto, cada entrega tuvo que ser lo más aséptica posible, extremando las medidas de limpieza e higiene y evitando los contactos directos para frenar hipotéticos contagios.

Con todos los elementos necesarios en manos de las dos artífices de la iniciativa, tanto Rosa como María Ángeles se pusieron manos a la obra, depositando las mascarillas acabadas en la confitería, que es el lugar donde se reparten aprovechando que el establecimiento está abierto para la que los vecinos hagan las compras de productos de primera necesidad.

"Nosotras dejamos las mascarillas allí y los vecinos del barrio que quieren adquirirlas únicamente tienen que poner su nombre en una lista, de tal manera que se van repartiendo por orden, con un tope de dos como máximo por familia y con la única condición de que se trate de personas mayores del barrio, que entendemos que son el colectivo más vulnerable", explica una de las hermanas.

Por el momento, el resultado de su trabajo ha sido la confección, en apenas un día y entre las dos, de unas 35 mascarillas para proteger y dar seguridad a quienes tienen a su alrededor. "La verdad es que esto tiene un trabajo, de hecho prácticamente le hemos dedicado todo el día a ello, pero la recompensa ha sido muy gratificante por el mero hecho de ayudar a vecinos y vecinas mayores a las que les puede venir bien tenerlas", apunta Rosa.

María Ángeles, por su parte, reconoce que no esperaban "esta acogida y estamos muy contentas con el éxito que ha tenido nuestra idea, así nos lo han transmitido desde la Asociación de Vecinos de Miragenil", por lo que a partir de ahora "el objetivo será organizarnos para poder llegar a más gente del barrio".

Un gesto solidario y loable con nombre y apellidos, los de Rosa y María Ángeles Carmona, que con su fantástica iniciativa con sus convecinos se han ganado el cariño de todo Puente Genil.