Cordobilla, un espacio para disfrutar de la naturaleza

El embalse de Cordobilla es una zona húmeda protegida con la figura de Paraje Natural. Recoge las aguas de los ríos Genil, Anzur y Lucena y es el tercer y último pantano existente en el curso del Genil antes de su desembocadura en el Guadalquivir. Su presa se construyó para tener una reserva de agua, pero la colmatación que ha sufrido ha modificado su función.

De esta forma, la mayor parte del embalse tiene apenas unos pocos centímetros de profundidad. Esto ha permitido la aparición de manchas de vegetación dentro del mismo cauce, por lo que el visitantes se encuentra con un bosque de tarajes en las desembocaduras de los ríos Anzur y Lucena, y también grandes extensiones de carrizo. Tanta vegetación sirve de refugio a numerosos animales, algunos de los cuales crían allí.

Así, en las zonas que tienen poca profundidad se observan numerosas aves acuáticas que se alimentan de diminutos organismos que viven en el fango. Las más frecuentes son la cigüeñuela y el andarríos chico. Las garzas también aprovechan la poca profundidad del agua para capturar peces en sus orillas, estando presentes cinco especies: garza real, garza imperial, martinete, avetorillo y garcilla bueyera. Entre los patos, el ánade real es el más abundante, siendo en invierno cuando se ven otras especies como el pato cuchara y el porrón común. En las zonas de carrizo se esconde el calamón, con su plumaje azul y su pico rojo, y la polla de agua, más pequeña y de plumaje oscuro. Durante el invierno visitan el embalse tres especies que proceden de la costa, la gaviota sombría, la gaviota reidora y el cormorán grande.