La Delegación de Servicios Sociales del Ayuntamiento trabaja ya para que Córdoba cuente con un alojamiento para jóvenes sin hogar. Para su puesta en funcionamiento, Servicios Sociales ha licitado el contrato de la asistencia técnica que acabará diseñando este recurso. Con esta finalidad se han ejecutado obras de reforma y adaptación en un edificio propiedad del Consistorio, anexo a la Casa de Acogida Municipal, ubicado en la avenida Nuestra Señora de la Fuensanta.

Esas actuaciones han supuesto que en dicho edificio se hayan construido, y dotado de mobiliario, dos apartamentos con capacidad para seis y siete personas, respectivamente, dirigidos a la atención integral de jóvenes de entre 18 y 25 años, de origen nacional o migrante, que carezcan de apoyos familiares, sociales y de recursos económicos suficientes para mantener una vivienda u otro alojamiento por sí mismos y que requieran una atención especializada para abordar sus necesidades únicas al objeto de facilitar su transición hacia una vida independiente y autosuficiente mediante una intervención integral, preventiva y temprana "para evitar la situación de calle dada la extrema vulnerabilidad que padecen", sentencia el pliego del contrato licitado.

Así, podrán ser usuarios del servicio, jóvenes que están desarrollando un proceso de inserción favorable en la Casa de Acogida Municipal y requieren de un recurso más adaptado y específico al momento de su proceso vital; jóvenes extutelados que no pueden acceder a recursos de la comunidad autónoma por determinadas circunstancias, y jóvenes migrantes que requieren un tiempo determinado para su regularización administrativa y cuentan con interés por realizar un proceso formativo y de inserción.

También jóvenes que no han pasado por el sistema de protección, pero sí por recursos de mayoría de edad y salen por fracaso o incumplimientos; jóvenes que han tenido una evolución favorable en el recurso de emancipación y han finalizado su programa sin alternativas por no contar con ingresos suficientes para el alquiler de una vivienda; jóvenes con trayectoria de intervención en entidades sociales pero sin recurso habitacional, y jóvenes que se han visto abocados a una situación de calle por desempleo continuado y que necesitarían una estancia corta para reincorporarse al mercado laboral.

Los beneficiarios del recurso no podrán presentar consumos ni adicciones; en caso de alguna enfermedad mental diagnosticada deben estar siguiendo un tratamiento y revisiones establecidas por su profesional de referencia en Salud Mental, y no podrán encontrarse en un proceso judicial cuyo resultado pueda afectar a su proyecto de intervención. Además, si durante el programa consiguen ingresos económicos, deben aceptar un plan de ahorro para garantizar la salida autónoma del programa; y deben respetar las normas de convivencia de los alojamientos, así como respetar el entorno comunitario, vecinal y social.

El pliego del contrato para la asistencia técnica detalla que "para conseguir la plena y efectiva integración de este nuevo recurso de la Red de Acogida a personas sin hogar se deben acometer una serie de actuaciones que sirvan de base y de punto de partida para garantizar una gestión y uso ordenado y adecuado de este recurso que culminen con el óptimo funcionamiento del mismo y con el consiguiente cumplimiento de la finalidad perseguida con él".

En concreto, con el contrato licitado se pretende finalizar la adecuación de las instalaciones, en cuanto a organización de espacios, para la acogida de las personas beneficiarias; y la elaboración de los diferentes protocolos de puesta en marcha y funcionamiento del recurso. Este último punto incluye el protocolo de selección, el protocolo de acogida, el protocolo de normas de régimen interno y convivencia, la organización interna de cada espacio, el protocolo con la administración externa y con la administración local y el protocolo de salida del programa y todos los que resulten necesarios para el funcionamiento del recurso. Asimismo, otros de los objetivos que se buscan con la asistencia técnica es el diseño de los estándares de los itinerarios individualizados de inserción social y laboral de los beneficiarios; y la difusión del recurso, captación de distintas personas usuarias y selección de las mismas.