Patrimonio

Comienza la obra que permitirá abrir el Templo Romano de Córdoba a las visitas

Templo Romano de Córdoba.

Templo Romano de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

La tan esperada en la ciudad obra que permitirá abrir el Templo Romano de Córdoba a las visitas ya ha comenzado. Así lo ha anunciado el alcalde, José María Bellido. La actuación tiene un plazo de ejecución de ocho meses y la lleva a cabo la empresa Ingeniería de la Construcción Cordobesa, a quien el Ayuntamiento se la adjudicó por casi 700.000 euros. El monumento contará además con un centro de interpretación de la Córdoba romana. En concreto, este centro de interpretación es al estilo del del yacimiento arqueológico de Medina Azahara y se ubicará dentro del Ayuntamiento, donde antes estaba la Oficina de Consumo.

El jefe de Arqueología de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Juan Murillo, ha destacado que "esta obra es la terminación de la puesta en valor de unas actuaciones que se vienen desarrollando ya desde hace bastantes años de una forma continuada, aunque desafortunada; de hecho, en la Gerencia le llamamos el Templo Maldito". Murillo ha destacado que este monumento, ubicado en la calle Claudio Marcelo, "es el principal vestigio del pasado romano de la ciudad, un pasado romano que está a bastantes metros de profundidad bajo nuestros pies".

El jefe de Arqueología de la GMU ha recordado que desde mediados del siglo pasado, "fundamentalmente gracias a la acción entusiasta del alcalde de la ciudad Antonio Cruz Conde y del arquitecto conservador Félix Hernández, llevamos varias generaciones de cordobeses conviviendo con este monumento mal entendido, mal explicado y que sufrió todos los avatares del edificio Consistorial". El templo fue descubierto en 1951 durante unas obras de ampliación del Ayuntamiento.

Murillo ha detallado que, después de la restauración que se hizo en 2016-2017 de la columnata del pronao, "el objetivo de esta nueva obra es que los cordobeses y quienes nos visitan podamos acceder a él y saber cómo funcionaba". El arquitecto ha recordado que, a mediados del siglo XX, Félix Hernández planteó la reconstrucción del templo, "algo que hoy en día es imposible de hacer, porque está prohibido por la Ley de Patrimonio Histórico Español y por la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía", ha sentenciado.

En este contexto, ha explicado que "con las nuevas tecnologías vemos a tratar de comprender cómo era este monumento. El templo estaba dedicado al culto imperial, construido desde finales de la época Julio-Claudia hasta comienzos de la época Flavia. No sabemos a quien en concreto estaba dedicado, porque no se ha conservado su epígrafe fundacional; es posible que en un primer momento lo estuviera al emperador Claudio, pero en un determinado momento se incorporaron a ese culto en el templo a más emperadores divinizados", ha señalado. 

Murillo ha destacado que saben que estuvo dedicado a varios emperadores divinizados, ya que delante del templo no hay solo un altar, sino tres. "Ésta va a ser una de las grandes aportaciones de esta obra", ha puntualizado. El jefe de jefe de Arqueología de la GMU ha añadido que el templo estaba rodeado de una plaza, "que con el proyecto se recuperará también dentro de lo posible". 

La arquitecta de la GMU Carmen Chacón ha puntualizado al respecto que "nos vamos a limitar a recuperar esa plaza, la escalinata del templo y a poner en valor las huellas que de dos de los altares tenemos y las camas de mortero de las losas. Vamos a recuperar las dimensiones y la formalización de lo que eran las losas de la plaza y vamos a recuperar mínimamente esa cota con la pasarela que discurre paralela a la fachada del Ayuntamiento", ha especificado. De esta manera, a través de esa cota el visitante accederá al pronao del templo, "a través de esa escalinata, que está colocada de una forma igual o muy similar a como estaba colocada la original". También se podrán visitar las cimentaciones del templo.

Aspecto que tendrá el Templo Romano tras su restauración. Aspecto que tendrá el Templo Romano tras su restauración.

Aspecto que tendrá el Templo Romano tras su restauración. / El Día

El alcalde ha destacado que la obra está financiada al cien por cien con fondos europeos Next Generation, "que obtuvimos como socios de la Red de Ciudades Patrimonio de ha Humanidad de España". "Vamos a ver ver si esta vez acabamos con lo de templo maldito", ha ironizado Bellido, "porque lo que queremos es que algo en lo que se empezó a trabajar en 2018 para que pudiera adjudicarse esta obra quede concluido en los próximos ocho meses". El regidor ha querido destacar que, tras la actuación, "los cordobeses y quienes nos visiten vamos a poder tener una visión distinta del Templo Romano, primero porque se va a restaurar, lo que cambiará su aspecto, y después, porque se va a hacer visitable". "Con esta actuación vamos a cambiar la fisonomía de la calle Capitulares y la calle Claudio Marcelo y este monumento será también una atracción turística para quien quiera venir a vernos", ha añadido.

Y es que, como ya recordó el propio Bellido, las últimas actuaciones de rehabilitación en este monumento comenzaron durante el mandato municipal que transcurrió entre 2015 y 2019, cuando el PSOE, con Isabel Ambrosio a la cabeza, gobernaba la ciudad en coalición con IU. Actuaciones que, "por una serie de vicisitudes", la empresa que las realizaba tuvo que abandonarlas. "La obra se quedó parada y hubo que rescindir el contrato", anotó.

Un poco de historia

Dedicado al culto imperial, el Templo Romano de Córdoba asombra por sus grandes dimensiones. Formó parte del Foro Provincial junto con un circo, con el que conectaba. Originariamente estaba elevado sobre un podio y contaba con seis columnas exentas de tipo corintio en su entrada. Frente a ésta se levantaba el ara o altar. La reconstrucción, llevada a cabo por el arquitecto Félix Hernández a mediados del siglo pasado, ha aportado a Córdoba una muestra más de la grandiosidad de esta urbe en época romana. Algunas de las piezas originales del templo se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico o en inusuales y bellos rincones de la ciudad, como la columna estriada de la plaza de la Doblas

En el Templo Romano ya se acometió inicialmente alguna reforma, como la realizada en 2013 que permitía observar el monumento con más facilidad que antes. Después, en 2017 se llevó a cabo una fase previa a la que ahora se va a contratar que contemplaba la reconsolidación de la estructura, con especial atención en los sillares, los muros de contención que lindan con el Ayuntamiento y los elementos de las columnas.

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