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Claroscuros musicales

  • Son muchos los casos de músicos instrumentistas que dejaron su impronta no solo por su talento, sino también por su ascendencia social y lugar de nacimiento

Claroscuros musicales

Claroscuros musicales / El Día

Los tiempos de reclamar un lugar en la historia musical de algunos artistas desconocidos por el público creo que han llegado. Hoy continuaremos con músicos instrumentistas, que dejaron su impronta no solo por su talento, sino también por su ascendencia social y lugares de origen tan diversos como ricos rítmicamente. Sé que los lectores que aprecian estas líneas disfrutan conociendo o recordando a artistas que a nuestro parecer deberían estar más en boga, por su legado musical y personal, en los libros de historia.

Nuestro primer músico rescatado es Joseph Antonio Emidy, británico que vivió entre los siglos XVIII y XIX. Nacido en Guinea, fue esclavo en sus primeros años, antes de convertirse en un notable y célebre violinista y compositor en Cornwall, Inglaterra. Llegó a ser un virtuoso violinista en la Ópera de Lisboa y durante las Guerras Napoleónicas, sirvió como músico en un barco. De vuelta a Inglaterra, se ganó la vida como violinista y profesor.

Se convirtió en el líder de la Orquesta Filarmónica de Truro y en una de las figuras musicales más célebres e influyentes a principios del siglo XIX. Compuso muchas obras, incluidos conciertos y una sinfonía, pero no sobreviven copias conocidas. Su legado familiar y musical llega hasta nuestros días donde un biznieto suyo es uno de los productores de música jazz en EEUU más reputados.

No es mi intención hacer patria, pero no debo obviar a un músico con un largo e intenso currículo artístico y que, por supuesto también goza del olvido, al igual, que otros músicos de piel morena. José White fue un virtuoso violinista y compositor cubano. La mayor parte de su exitosa carrera como solista y compositor la desarrolló en Latinoamérica y Europa, dado que todavía existía la esclavitud en Cuba y era difícil desarrollar su talento en un entorno tan hostil, pese a haber nació libre.

Joseph Antonio Emidy fue esclavo antes de convertirse en un notable violinista

Su talento musical era tal, que cuando cumplió los 19 años, ya conocía y tocaba 16 instrumentos musicales. Sus primeras composiciones las realizó con 15 años. La más conocida y ampliamente versionada es La Bella Cubana.

En julio de 1856, ganó el primer premio de violín en el Conservatorio de París, con lo cual quedó consagrado definitivamente entre la aristocracia de los virtuosos del instrumento. Su frenética actividad como compositor, director, profesor y jurado de incontables concursos se mantuvo hasta su fallecimiento en París, a los 82 años.

Claudio José Domingo Brindis de Salas, falleció solo, pobre, arruinado y como un indigente en una fría noche de junio de 1911 en Buenos Aires, Argentina. Este virtuoso instrumentista negro, nacido en Cuba en una época en la que aún existía la esclavitud colonial, llegó a ser Caballero de la Legión de Honor francesa, músico muy principal en la corte del káiser Guillermo II de Alemania, ostentó el título de Barón de Salas y recibió la condecoración Águila Negra, la más alta del imperio Prusiano.

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Claroscuros musicales / El Día

Su arte provocó admiración y llegó a figurar entre los más aclamados violinistas del siglo XIX. Tal es así, que los críticos de la época lo llamaban El Paganini negro, El Paganini cubano o El Rey de las Octavas. También fue ganador del Concurso del Conservatorio de París en el año 1871. Es doloroso que todos estos logros contrasten con su miserable muerte y su olvido casi absoluto en los libros de historia de la música y el mundo violinístico.

Cuando menos, es una paradoja curiosa que un compositor negro tenga como nombre el de uno de los padres de la independencia, además de presidente estadounidense. Thomas Jefferson Anderson Jr. o T.J. Anderson, es un compositor, director de orquesta, orquestador y, sobre todo, educador musical, que ha interrelacionado la tradición musical europea con la norteamericana y su origen étnico.

Es reconocido por haber orquestado la ópera Treemonisha de Scott Joplin, para su estreno definitivo y completo en 1972. Su obra más conocida es Squares que se encuentra en la compilación Black Composer series, lugar donde están los compositores clásicos afro con el lenguaje musical más avanzado del siglo XX.Realizó sus estudios en las universidades estatales de West Virginia y Pensilvania y se doctoró en composición de la Universidad de Iowa.

Anderson trabajó como profesor de música en las universidades de Langston, Tufts y Estatal de Tennessee. Mientras estuvo en esta última fue nombrado compositor en residencia con la Orquesta Sinfónica de Atlanta. Por sus manos también han pasado alumnos en instituciones de Francia, Brasil, Suiza, Italia y Alemania. Es Doctor en Música por el Colegio de la Santa Cruz, Massachusetts y Doctor honorario en Música por el Bates College y la Universidad de Tufts.

T. J. Anderson ha sido reconocido por haber orquestado la ópera ‘Treemonisha’

El vanguardismo fue la principal labor del último artista referenciado y al que se le considera un compositor preeminente dentro de los creadores afroamericanos. Olly Woodrow Wilson Jr., sí, también comparte nombre con un presidente estadounidense. Fue un compositor norteamericano de música clásica contemporánea, pianista, contrabajista y musicólogo. Es uno de los compositores referencia de ascendencia afroamericana y es conocido por establecer el primer programa de música electrónica en un conservatorio, el Timara (Tecnología en Música y Artes Relacionadas) en el Conservatorio Oberlin.

Su visión de la música estaba basada en el lenguaje musical del siglo XX, donde confluyen las obras tradicionales con la electrónica. Casi todas las orquestas grandes de EEUU le comisionaron obras, en una especie de nuevo mecenazgo. Realizó estudios en las universidades de Washington e Illinois y obtuvo un doctorado en la Universidad de Iowa. Como parte de su formación, recibió una beca Guggenheim en 1971 para vivir en África occidental, donde estudió música e idiomas africanos.

Como docente, impartió clases en varias universidades, en el Conservatorio de Música Oberlin en Ohio y fue profesor emérito de música en la Universidad de California. Lógicamente, fue distinguido con diversos premios, entre los que están ser elegido para la Academia Americana de Artes y Letras en 1995 y el premio de Roma en 2008.

Definitivamente, el desconocimiento de estos músicos entraña paradojas que reflejan la pervivencia de un racismo sibilino, pues sus contemporáneos de piel blanca son casi todos reverenciados y conocidos.

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