Córdoba

Ciudad Jardín reclama atención contra el ocaso del comercio

  • Decenas de locales permanecen cerrados en calles como Antonio Maura o Felipe II mientras los vecinos piden la implicación del Ayuntamiento para impulsar la zona

Un local en venta en una de las calles principales de Ciudad Jardín.

Un local en venta en una de las calles principales de Ciudad Jardín. / Juan Ayala

El barrio de Ciudad Jardín fue, durante mucho tiempo, uno de los lugares de referencia en Córdoba como zona comercial. Los locales de los edificios estaban ocupados por una gran variedad de negocios que satisfacían las necesidades no solo de los vecinos más próximos, sino de todo aquel que visitase la zona en busca de realizar sus compras.

Hoy, la realidad es distinta, y aunque la zona de Poniente goza de una buena actividad en crecimiento con las nuevas construcciones, las calles interiores de Ciudad Jardín presentan un panorama que mezcla los locales vacíos con los locales que aguantan porque llevan en la zona instaurados muchos años.

Entre las razones que provocan este contraste se encuentra la población del barrio, la disponibilidad de aparcamiento y el flujo de transeúntes, que es mayor en las zonas exteriores como la avenida Gran Vía Parque, avenida del Aeropuerto y avenida Medina Azahara.

El presidente de la Asociación de Vecinos Nueva Ciudad Jardín, Antonio Gallego, señala que “desde hace tiempo estamos preocupados por la situación de los locales abandonados en el barrio”. Gallego apunta que el problema trasciende al hecho del cierre de negocios, porque “no hay reposición, hay locales que se mantienen abandonados durante mucho tiempo y tienen un estado lamentable”.

El Consejo de Distrito Poniente Sur vincula el cierre de tiendas al envejecimiento

Entre los motivos que dificultan la llegada de nuevos negocios, el presidente de la asociación vecinal opina que “los locales son antiguos, abrir un nuevo comercio es complicado porque todos los proyectos que se quieran hacer en ellos tiene que ser desde cero”. Por lo tanto, la inversión en ellos debe ser mayor, lo que dificultad que los empresarios muestren interés.

Para Gallego, “Ciudad Jardín necesita un plan de mejora a lo bestia, con arreglos en las calles y con intervenciones de impacto, especialmente en calles que no se han tocado desde la primera reposición”.

En su opinión, mejorar el entorno de los negocios trae un beneficio directo para su actividad, ya que recalca que, “si se mejora la imagen, atrae”. “Deben hacer intervenciones y hay que empezar a hacerlo ya”, dice. De hecho, considera que las autoridades deben “mirar a Ciudad Jardín con cariño y de forma constante”.

Respecto a los vecinos del barrio, aclara que hay contrastes. “Hay bastante población mayor, pero también hay muchos estudiantes y muchas personas de otras nacionalidades; en los últimos años el barrio se ha transformado”.

Sobre a esa población mayor, matiza que “hay edificios muy antiguos y no están preparados para sus necesidades”, lo que provoca que los vecinos de avanzada edad busquen otro domicilio.

Varios comercios cerrados. Varios comercios cerrados.

Varios comercios cerrados. / Juan Ayala

A ello se suma la gran cantidad de estudiantes que viven de alquiler durante el curso académico, por lo que “en verano esto es un desierto, en esos días se nota hasta en el aparcamiento, que está libre para dejar el coche prácticamente donde quieras”.

El presidente del Consejo de Distrito Poniente Sur, Francisco Luis Porras, también señala que “el barrio se ha ido envejeciendo, y eso ha hecho que determinados locales se hayan ido a otras zonas más comerciales”. Aun así, desde su punto de vista, la actividad que genera la zona de Poniente “atrae a nuevos vecinos y empresarios, ahí hay un gran núcleo”, aunque reconoce que las grandes superficies “ahogan un poco al pequeño comercio”.

En esta línea, revela que se está trabajando en realizar un nuevo aparcamiento en la zona de la Plaza de Toros, una parte para residentes y otra en zona azul. No obstante, recuerda que hace falta una mayor intervención del Ayuntamiento “y ver cómo actúa el nuevo equipo de gobierno”.

Los dueños de los negocios del barrio también apuntan a estos factores como parte del problema del desarrollo comercial de Ciudad Jardín. La librería Cervantes lleva 21 años abierta en la calle Felipe II, por lo que es una veterana en la zona y ha sido testigo de los cambios que se han experimentado. Su dueño, Diego Gómez, mantiene que las ventas “han caído mucho”, en su caso por competencia como es la venta por internet, pero también “porque algunos meses el barrio está vacío”.

En concreto, señala julio y agosto como los peores, coincidiendo con el fin del curso escolar y las vacaciones. Además, insiste que la temporada de colegio tampoco es fiable porque “los vecinos varían mucho, ahora parece que son más jóvenes pero nunca se sabe quien va a venir cada año, y eso afecta”. Además, apunta que la situación del barrio es de abandono “en muchos sentidos” y que eso no favorece al crecimiento del negocio.

Un tipo de negocio que tiene bastante presencia en la barriada, en parte por herencia de la actividad del barrio en años anteriores, son los pubs y locales orientados a la población joven.

La marcha de los estudiantes en verano empeora las cuentas de los negocios

El gerente de Banagher Irish Pub, Alejandro Montoro, aclara que la actividad de Ciudad Jardín “siempre ha ido por etapas”. Actualmente, el local conserva al público más adulto por la tarde, pero por la noche se ha adaptado a la demanda de los jóvenes “y abrimos hasta las 04:00, como una discoteca”.

Para ello, Montoro ha tenido que adaptarse a la demanda “y modernizar el negocio”; de hecho, sostiene que se han convertido “en un pub de referencia”, en especial por la organización de las fiestas para estudiantes. Así, ha conseguido que los lunes sean “el día más fuerte con nuestra fiesta Erasmus”.

En su opinión, uno de los problemas del barrio es la apertura de negocios que “intentan vender a precios muy bajos y al final cierran en menos de un año”, propiciando la inestabilidad y afectando a la actividad de los locales cercanos.

Además, coincide con los vecinos en que “el Ayuntamiento debería mirar más por este barrio y apoyar al comercio”, ya que a pesar de haber hecho propuestas “han paralizado los proyectos que benefician”.

Kraken es otro de los pubs que desarrolla sus actividad en la zona. Su propietario, Bruno López, señala que “en el bar se nota mucho el ritmo de la población joven”, que es el público al que se dirige el negocio, “porque a partir de mayo y en las épocas de exámenes vemos la bajada de ventas”.

Aun así, afirma que “tenemos gente que ha venido desde el principio, y de hecho dejan más dinero al pedir más”, por lo que mantiene que una de las cosas más importante para que el negocio siga adelante es “la confianza con los vecinos, nosotros tenemos una buena convivencia, intentamos no molestar y estar en contacto con ellos”.

En cuanto a su actividad, López asegura que “se nota la crisis en general y las pequeñas crisis de la gente del barrio, ahora mismo hay una pequeña bajada”. Aun así, en Kraken se adaptan a la demanda mediante “sorteos y eventos todos los fines de semana, hay que darle vida al negocio y fidelizar al consumidor”. Por lo tanto, asegura que aunque “Córdoba va por zonas”, la gestión propia es lo que más influye.

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