Céntimos para Acisclo y Victoria

Vivir en córdoba

La hornacina en honor a los dos hermanos mártires se ha convertido en una especie de pozo de los deseos donde los cordobeses y visitantes depositan monedas en una costumbre de nuevo cuño l novedad Los tertulianos cuentan que una pareja de turistas asiáticos echaron el primer billete en el retablo erigido en nombre de los dos patrones de la capital.

Céntimos para Acisclo y Victoria
Céntimos para Acisclo y Victoria

El rumor asegura que fue una pareja de turistas japoneses quienes, varios días después de la inauguración del Puente Romano, introdujeron un billete de cinco euros por una ranura de la hornacina en honor a los patronos de la ciudad. El rumor circulaba ayer de boca en boca, pero el papel moneda era imposible de encontrar en la nueva hornacina erigida sobre el paso fluvial en honor de San Acisclo y Santa Victoria. En su lugar, monedas de cinco, 20 ó, como mucho, 50 céntimos: "Los turistas piensan que esto es para pedir deseos en lugar de para rezar", criticaba ayer un vecino del Campo de la Verdad, Antonio Molina, de 73 años.

Más que un retablo, la hornacina de los dos hermanos mártires se ha convertido en un pozo de los deseos: "La gente es cada vez menos religiosa y los turistas que han echado las monedas están confundidos. Una cosa es ponerle una vela a San Rafael, y otra muy diferente pedir un milagro a cambio de unos cuantos céntimos", añadió otro contertulio, Ramón Herrera, que reside junto a La Calahorra. El puente viejo se ha convertido, desde su inauguración, en un lugar de paseo para los mayores de la orilla Sur del Guadalquivir. Y los bancos -muy criticados al principio por su estructura aparentemente frágil- son ahora un punto de encuentro desde donde observar el ajetreo alrededor del monumento a los dos mártires: "Al principio no nos dimos cuenta, pero luego vimos que los nombres no estaban santificados. Es algo que no se puede entender. Son los patronos de la ciudad", lamentó Herrera.

"Algo inexplicable" es lo que ayer animó a Victoria Lora, una turista de Alicante, a echar unos céntimos en la hornacina: "No tiene explicación, pero al ver las otras monedas ahí dentro piensas que pierdes una oportunidad si tú no lo haces. Es como ir a Roma y no tirar una moneda a la Fontana de Trevi", comparó. Ella depositó 50 céntimos en el retablo de los mártires cordobeses, un gesto con el que pretende "volver a la ciudad" y que le ha servido, además, para pedir un deseo: "Es inconfesable. Sólo espero que se cumpla", bromeó.

Como apagar todas las velas de una tarta de cumpleaños o mirarse a los ojos durante un brindis en una boda. La visita a Acisclo y Victoria va camino de convertirse en un ritual más cercano a la superstición que a la religión: "Piensas que si no echas una moneda te puede pasar algo malo o puedes perder una oportunidad", insistió otro turista de Barcelona, Joan Fernando, convencido de que el acto de poner unas monedas en el retablo es una "tradición bien arraigada". "Pero es cosa de hace cuatro días", le aclaró un vecino de San Pedro, Luis Cabello, de 62 años. Era la primera vez que este cordobés visitaba el puente viejo tras la polémica inauguración: "No entiendo cómo la gente ha criticado tanto la reforma. Ahora, por lo menos, está limpio".

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