La lluvia no impidió que al menos 150 personas se reunieran, este año en el patio techado del Colegio Sagrada Familia, con el lema Ponle Rostro, ¿Y tú qué dices? Di Basta, Nadie sin Hogar, con el que Cáritas Diocesana de Córdoba repite su acostumbrada concentración anual con el objetivo de sensibilizar acerca de la realidad de las personas sin techo.

El gerente del programa de personas sin hogar de Cáritas, José Luis Rodríguez, ha explicado que esta iniciativa, que tiene ya cinco años realizándose en Córdoba, pretende visibilizar que "detrás de cada personas hay un rostro y una realidad distinta". Así, en esta jornada les han acompañado distintos centros educativos que colaboran con compañas de sensibilización durante todo el año, como el Colegio de Las Esclavas, Centro Zalima, Galileo Galilei, Fundación Proyecto Don Bosco, además miembros de la red Co-Habita y otros voluntarios.

Para la responsable de acción social del programa de personas sin hogar, María Callejas, la idea es "sensibilizar a la sociedad y hacerlo a pie de calle, con la gente, de cara a la realidad de estas personas y poder de alguna manera plantear que todos podemos cambiar esto, sobre todo desde la juventud, los colegios y la sociedad". Cada centro educativo ha organizado un pequeño teatro para visibilizar lo que signofoca no tener una vivienda, mostrar historias de personas que han vivido en la calle y romper con el prejuicio. Además, han leído un manifiesto con propuestas concretas para intentar cambiar la realidad de las personas sin hogar. 

En cuanto al mal tiempo, Rodríguez ha aprovechado la oportunidad para comentar lo mal que lo pasan las personas sin hogar. "Muchos de los que estamos aquí tenemos el privilegio de poder regresar a casa, cambiarnos de ropa y estar tranquilos mientras que muchos en Córdoba hoy van a dormir mojados y con frío". Rodríguez ha recordado de que en la capital existen una serie de recursos para personas sin hogar en situaciones climatológicas adversas como el centro de día de la Fundación Prolibertas u otros centros, sin embargo, no es suficiente y muchos deben acudir a bibliotecas municipales o a portales y otros lugares a refugiarse.

Por otro lado, Callejas ha expresado de que "la mirada es importante, cómo miramos a las personas y cómo las hacemos sentir cuando los encontramos por la calle", a lo que ha agregado que las personas de la calle "ya es muy duro estar en una situación tan compleja y encima que no los miren, muchas veces sienten que molestan, que no son útiles para la sociedad, que nadie los ve con ojos de personas sino con ojos de problema".