Los Reyes Magos ya han llegado a Córdoba y su mensaje es unánime: "Ilusión para todos". Ese sentimiento es el que han compartido las miles de personas que han esperado ansiosas durante la tarde del 5 de enero de 2023 para ver, saludar y recibir los regalos de las 14 carrozas, ocho pasacalles y 225 figurantes que han escoltado a Sus Majestades de Oriente desde la Plaza de Santa Teresa hasta la avenida Agrupación Córdoba.

Desde el Coche Ferias y Festejos que ha encabezado la comitiva hasta el final, donde han estado ubicados el coche reserva, la ambulancia de la Cruz Roja y el coche taller, la emoción y las ganas se han podido palpar en cada una de las carrozas y sus acompañantes. Una de los más tradicionales en esta Cabalgata de Córdoba es la de Correos, la sexta por orden tras el baile del grupo de patinaje, la banda de música Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena, la carroza de la Anunciación y la sección montada de la Policía Local.

Con el característico carrito de Correos lleno de cartas, Isabel González ha vivido este desfile de una manera muy especial, porque lleva saliendo desde que es pequeña en cada una de las ediciones, incluida la del año pasado, que por motivos de la pandemia "fue rara". Sin embargo, en esta ocasión ha tenido la oportunidad de poder acercarse a los niños para "darles las cartas de los Reyes mano a mano".

Los pasacalles Soldados de plomo y Blancanieves y los Enanitos han sido unos de los personajes animados más aclamados por los cordobeses, mientras que, tras la carroza infantil Del Revés, se encontraba el pasacalles Fondo Marino, que ha sido junto a las "medusas" bailarinas el más sorprendente y curioso para el público. Aunque para personajes aclamados, sin duda, ese ha sido la mascota del Córdoba CF, Koki, que se ha paseado por las calles de la ciudad sobre un descapotable repartiendo "ilusión, diversión" y pidiéndole un regalo claro a los Reyes Magos: el ascenso del Córdoba a Segunda División.

En esta Cabalgata de Reyes se ha estrenado un pasacalles muy especial, el de la Fundación Promi, que lucha por mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad de todas las edades. Disfrazados de galleta de gengibre, o mejor dicho, de "galletas de la alegría", han formado parte por primera vez de este tradicional desfile con "muchísima ilusión" y con el objetivo de que "los niños disfruten y se pongan contentos en esta noche más mágica del año", como ha admitido José Antonio, uno de los participantes.

En la explanada de El Arenal, antes de poner rumbo a su paseo por toda Córdoba, los protagonistas de este desfile han sido los últimos en montarse en sus carrozas para salir rumbo a repartir ilusión. Tras el pasacalles Dulce Alegría, la carroza del Hospital Reina Sofía, la carroza infantil de Hércules, la carroza de la Guardía Civil, el pasacalles del Cuerpo de Bomberos, la carroza infantil de Pinocho, el pasacalles de los Pequemúsicos, la carroza de Visitación, el pasacalles de Hadas de Navidad, el Portal de Belén y los pajes reales, se encontraban las carrozas de los Tres Reyes Magos.

La carroza de Melchor.

Melchor ha levantado mucha expectación, y eso que, como ha admitido el Mago justo antes de su salida cuando ha sido recibido por el alcalde de Córdoba, José María Bellido, como previa a montarse en su carroza, "los nervios no se pueden evitar". Y es que, la aventura de "repartir ilusión" ha sido sin duda inolvidable para la joven Laura González de 21 años, que se ha encargado de darle vida por primera vez a el rey de la barba blanca.

Posteriormente, el Rey Gaspar se ha dado un baño de masas y, por supuesto, la puesta en escena de Baltasar tampoco ha sido para menos. Y eso que las acompañantes del tercero de los Reyes,  las jóvenes Marta, Lourdes, Alba, Candela y Lucía, entre otras, llevan más de tres ediciones participando, "todas con la misma ilusión y las mismas ganas de tirar caramelos con toda la fuerza posible". Más especial ha sido esta experiencia para Marisa, quien montada en la carroza de Baltasar, ha podido cumplir su sueño de salir en la Cabalgata de Reyes "como ya hice hace muchos años en la de Priego de Córdoba".

Desde la plaza de Santa Teresa hasta el final del recorrido a las 21:30, la Cabalgata ha seguido su camino con mucho acompañamiento y al ritmo de la música gracias a las bandas de las hermandades de El Amor, La Sagrada Cena y La Estrella. "Nosotros no podemos faltar porque es un orgullo estar aquí y hacer disfrutar a todos de que vean a sus Reyes", ha comentado Matías de la Fuente, director de la Banda de Música de la Estrella, que ha aportado 80 componentes, quienes, a ritmo de villancicos como Fun fun fun, Campana sobre campana, Los peces en el río, Arre borriquito, Especial Navidad, Gatatumba, La Marimorena o Ya vienen los reyes, han amenizado una noche para el recuerdo.

Cientos de personas han acompañado a esta Cabagata a cada lado de la calle. Algunos niños han recurrido a subirse a los hombros de sus padres para ver a Sus Majestades lo más cerca posible, mientras que otros han ocupado la primera fila horas antes de que las carrozas comenzaran a salir. Ese ha sido el caso de Pablo, de diez años, quien se ha encargado de pedirle desde cerca a los Reyes Magos la Play Station 5 en el Paseo de La Victoria mientras cogía todos los caramelos que podía.

Algunos con paraguas abiertos han buscado hacerse con los máximos posible de los 9.000 kilos que se han regalado, el múltiple material escolar (lápices, bolígrafos de colores, subrayadores, estuches y adhesivos) lanzado o alguno de los 18.000 auriculares o de los balones de plástico también lanzados. Pese a que algunos han hecho trampa para llevarse cuantos más regalos mejor, lo importante ha sido que los cordobeses ya están preparados para la que es la noche más especial del año.

Lucía, de siete años, acompañada de sus padres y con la sonrisa de oreja a oreja mientras veía pasar al rey Melchor, deseaba como todos los pequeños irse a la cama para levantarse pronto y encontrarse los regalos más esperados. Y es que esta edición ha sido "la más especial de los últimos años", como ha comentado Esther, quien junto a sus dos hijas ha disfrutado de esta Cabalgata de Reyes de Córdoba, que ha devuelto la ilusión tras varios años en los que la pandemia se atrevió a cambiar los planes de la Navidad.