Arte

El C3A de Córdoba acoge '250 kilos de flores de lavanda' como actividad complementaria a Flora

  • La obra del holandés Herman de Vries es un gran círculo de flor seca sin tintar que destaca por su olor 

La obra '250 kilos de flores de lavanda', en el C3A.

La obra '250 kilos de flores de lavanda', en el C3A. / Miguel Ángel Salas

El Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A) de Córdoba colabora por segunda vez con el Festival Internacional de las Flores, Flora, con la exposición de la obra 250 kilos de flores de lavanda del artista Herman de Vries, que no participa en el concurso del festival. "Esta muestra es una ventana en Córdoba a la creación más internacional", ha apuntado la secretaria general de Innovación Cultural y Museos, Mar Sánchez Estrella.

La obra del holandés De Vries está compuesta por 250 kilos de lavanda seca sin tintar y, según la ha descrito Sánchez Estrella, es "un festival para los sentidos", sobre todo para la vista y el olfato. Según ha explicado el director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Juan Antonio Álvarez, han elegido este tipo de lavanda que visualmente es menos llamativa para conservar el olor. "Buscábamos el color, pero la lavanda tintada no huele como la seca", ha especificado.

Esta pieza, que estará expuesta en el C3A hasta el próximo 14 de noviembre, ha sido anteriormente instalada en diferentes versiones adaptadas al espacio en el Stadthaus Ulm, Ulm (1998); en el Royal Botanic Garden, Edimburgo (1992); en el Center for Arts and Nature del Domaine de Chaumont-Sur-Loire (2011), y en el Museum De Buitenplaats, Eelde (2016). Para Córdoba han tenido que ajustarla a un espacio más amplio de lo que están acostumbrados, el mayor hasta el momento. 

Herman de Vries es un artista que utiliza los elementos de la naturaleza como materia prima para realizar sus creaciones rehusando llevar a cabo cualquier intervención sobre el paisaje. Su trabajo es, a la vez, una crítica a la actuación del ser humano en la naturaleza, pues considera innecesario transformarla o añadir cualquier elemento artificial. Por esta razón, sus obras se centran en mostrar "extractos" de la naturaleza. Esta en concreto es un círculo repleto de lavandas que ocupa un espacio del C3A en el que predominan la oscuridad, la luz indirecta y el olor. 

El artista se formó como horticultor y trabajó durante 16 años como biólogo en el Instituto de Investigaciones Biológicas Aplicadas a la Naturaleza, en Arnhem (Holanda). Un horticurtor "convertido en creador", como lo ha descrito Sánchez Estrella, que "ha conseguido que la naturaleza se produzca fuera de su ámbito". 

"Si algo identifica al C3A es su intención palpable de convertirse en un centro de referencia en el sur de España para el arte de vanguardia, para los creadores que rompen las barreras estéticas. Hoy lo tecnológico se rinde ante lo natural, sin complejos y con vocación de hacernos gozar de algo como una sencilla flor de lavanda", ha señalado Sánchez Estrella.

La directora de Flora, María Van den Eynde, ha apuntado que "el festival es un proyecto híbrido que trabaja con el objetivo de hacer ciudad para que toda persona que pasee por Córdoba se sienta parte del festival". Esta instalación forma parte de la iniciativa aunque está fuera de concurso y "es ejemplo de ese tipo de actividades que nosotros queremos que se hagan en Flora", ha reconocido. 

El director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo ha comparado esta instalación con la que estuvo expuesta en el C3A en la edición anterior, y ha destacado los puntos en común que tienen ambas obras, como la monocromía o la cantidad de flores. En esta ocasión el artista busca "trascender lo visible", ha subrayado. 

La obra 250 kilos de flores de lavanda y el escenario donde está expuesta representan "el contraste entre lo artificial y lo natural, por la estructura y arquitectura del C3A", ha resaltado Álvarez. "Es una obra que hay que experimentar, que vivir en el espacio y vivir su silencio", ha continuado. 

La obra '250 kilos de flores de lavanda' expuesta en el C3A de Córdoba. La obra '250 kilos de flores de lavanda' expuesta en el C3A de Córdoba.

La obra '250 kilos de flores de lavanda' expuesta en el C3A de Córdoba. / Cristina Ramírez

Herman de Vries

La carrera artística de Herman de Vries se inició a finales de los años 50 como integrante del movimiento vanguardista holandés Nul (1958), que defendía un arte centrado en la ausencia de la autoría, algo que alcanzaron a través del uso del monocromo, la serialidad, así como la utilización de materiales y objetos cotidianos. Los miembros de este grupo terminarían integrándose en el grupo alemán Zero (Düsseldorf, 1957) que tenían principios estéticos similares. Estas primeras obras, donde De Vries profundiza sobre la idea del azar, se caracterizan por la ausencia de figuración y color. A partir de 1964, la naturaleza adquirió protagonismo en sus creaciones impulsado por su preocupación entre la relación del ser humano y el mundo, influido además por el budismo y el taoísmo.

Con el grupo Zero, Herman de Vries "buscaba una zona de silencio y al mismo tiempo formas puras que crearan un nuevo principio". Asimismo, en su trabajo ha asumido profundamente el pensamiento filosófico de Gassendi, Ambulo ergo sum (Camino, luego existo).

Basado en esta filosofía, a sus 90 años continuó dando largos paseos diarios por el bosque Steigerwald, cerca de Eschenau (Alemania), donde reside, mientras recolecta diferentes elementos que encuentra de forma casual, tales como plantas, muestras de tierra, conchas, etcétera., con los que conforma diarios en los que documenta sus caminatas y refleja su proceso de trabajo. Su producción combina la ciencia, el arte, la filosofía y la naturaleza.

Los trabajos de De Vries están presentes en diversas colecciones museísticas internacionales. Ha participado en las exposiciones retrospectivas del grupo Zero en el Guggenheim, Nueva York (2014); Martin Gropius Bau, Berlín (2015); y Stedelijk, Ámsterdam (2015). En 2015, representó a los Países Bajos en la Bienal de Venecia. 

Museo Arqueológico de Córdoba

También como actividad complementaria en Flora, además de la instalación floral de Inés Urquijo y de Nuria Mora, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico aporta como en el Museo Arqueológico de Córdoba la exposición Dibujando el otoño en el aire, de Javier Flores, y que consta de dos instalaciones: Guirnalda para tiempos convulsos y Alas de insectos. Las propuestas tratan de visualizar cómo en épocas muy diferentes se sigue dando importancia vital a la representación vegetal, tanto en su vertiente física y realista como en su interpretación.

El artista cordobés se ha inspirado en las guirnaldas de flores talladas en mármol de épocas romanas.

Al igual que la actividad anterior, esta iniciativa representa "lo que Flora quiere tener, un artista cordobés con proyección internacional que plantea un diálogo con el patrimonio de la ciudad", ha explicado Van den Eynde.  

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