Córdoba

Bretón mantiene ante Ruth que perdió a los niños en el parque

  • Ruth Ortiz asistió voluntariamente al encuentro con el padre de los dos menores hace una semana en la prisión de Alcolea, pero no logró arrancarle su paradero

El pasado 28 de diciembre, hace justo hoy una semana, Ruth Ortiz y José Bretón, padres de los hermanos onubenses desaparecidos en Córdoba el pasado 8 de octubre, volvieron a verse las caras. No lo hacían desde que el 7 de octubre Bretón forzara una reconciliación con su mujer que resultó infructuosa. Así lo confirmó ayer la portavoz de la familia materna de los menores, Esther Chaves, que aseguró que ella misma acompañó a la madre de los críos -junto con un hermano de ésta- a la prisión de Alcolea, donde Bretón se encuentra recluido desde el 21 de octubre acusado de un delito de detención ilegal. Ruth Ortiz acudió a la cita "libre y voluntariamente", justo en el momento en que lo estimó oportuno "y se encontraba con fuerzas para hacerlo".

La entrevista se produjo en el locutorio del centro penitenciario. Una mampara de cristal separaba a los progenitores. Tan cerca, tan lejos. Durante alrededor de una hora, Ruth Ortiz trató de hacer entrar en razón al que todavía es su marido, pero no logró que le confesara el paradero de los niños, que tienen 6 y 2 años. Poco ha trascendido de lo que se habló allí dentro.

Chaves dejó claro ayer -ante una expectación mediática desmedida- que no entrarán en detalles para proteger la intimidad de los interlocutores, aunque sí concluyó que "seguimos sin saber dónde están los niños, sin tener una versión coherente de qué ocurrió ese día 8 de octubre". "Nosotros dejamos de ver a los niños el 7 de octubre, cuando salieron de su colegio y estamos en enero y no sabemos nada", dijo. Es decir, que José Bretón se mantuvo firme en su versión de los hechos, en la que afirma que los perdió de vista en el parque Cruz Conde en la tarde del 8 de octubre. Para la familia materna, "era previsible"-. "Sabíamos que no le íbamos a sacar nada", asumió. Pero había que quemar el cartucho.

Aunque no quiso confirmar si es cierto o no que Bretón indicó a su mujer en el encuentro que "los niños están bien", Esther Chaves formuló una pregunta: "¿Cómo sabe si están bien una persona que se supone que ha perdido a sus hijos?". La portavoz de la familia Ortiz insistió en que "alguien tiene que tener alguna pista, que haber visto algo", por lo que solicitó encarecidamente la colaboración ciudadana para que la familia no tenga que vivir el calvario de la de Marta del Castillo, "que no tengamos que esperar tres años para que una persona hable", en referencia al taxista que declaró en los últimos días del juicio contra Miguel Carcaño. "Si alguien tiene algo que cree que no tiene importancia y no lo ha dicho, pues lo tiene que decir porque es esencial, ya que dos niños no pueden salir de Huelva, llegar Córdoba y que se los trague la ciudad", dijo.

Teniendo en cuenta la cercanía del vecino país luso, la madre de los niños y varios familiares dedicaron la jornada del lunes a repartir carteles con su imagen por varias localidades portuguesas, donde pese a la orden internacional de búsqueda lanzada por la Interpol "todavía hay mucha gente que no sabe que están desaparecidos".

Mucho se habló ayer sobre si José Bretón mantiene una huelga de hambre desde el pasado 22 de diciembre. La opinión de Chaves al respecto fue: "Él tiene ese derecho constitucional, pero ¿y el de los niños a su infancia, a jugar y a una educación? Él tiene el derecho a escoger si quiere o no comer. Pero no sabemos si sus hijos están comiendo o no". Ayer trascendió que el propio Bretón presentó el 30 de diciembre una instancia en la prisión de Alcolea en la que escribió: "No me encuentro en huelga de hambre, ya que nunca lo he estado". Pretendía, de este modo, eludir que los médicos de la prisión le realizaran análisis. La señal de alarma la dieron los propios presos de confianza del imputado, que lo siguen las 24 horas por el régimen antisuicidio al que está sometido. El Día intentó ayer contactar sin éxito con el abogado defensor de Bretón, José María Sánchez de Puerta. El imputado, por otra parte, ha empezado a recibir cartas de ciudadanos en la prisión para interesarse por el paradero de los pequeños.

Esther Chaves, preguntada por si considera que la iniciativa de Bretón pudiera atender a un chantaje, aseguró: "No queremos chantajes, queremos a los niños, y así se está equivocando de camino". Como en convocatorias anteriores, la portavoz pidió a sus potenciales captores -de los que siempre habla en plural- "que nos los devuelvan, que se respetará su anonimato, que recuerden que ellos también fueron niños y que los críos necesitan de sus padres, de su familia". Son días duros para la familia de Ruth Ortiz. El aplastante peso de la incertidumbre ha convertido la Navidad en una tortura. Ahora sólo esperan a que los Magos de Oriente les devuelva el regalo más preciado, el regreso a casa de Ruth y José.

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