La Diócesis de Córdoba ha presentado el balance económico de la Iglesia para el año 2021, cuando sus ingresos ascendieron a los 22,7 millones de euros, la mayoría de ellos por la aportación de los fieles y actos sacramentales, que permitieron recuperar el ritmo e incluso aumentar los trabajos de conservación de edificios con respecto a 2020, cerrando el ejercicio con un déficit de 49.015 euros. Estos son parte de los datos presentados este martes, 14 de junio, por el ecónomo diocesano, José Luis Vidal Soler. Este resultado afecta a todas las entidades diocesanas consolidadas: Obispado, Cáritas, casas de espiritualidad y sacerdotal, parroquias, fundaciones pías no autónomas, Instituto de Ciencias Religiosas, Misiones y seminarios.

Así, el 55% de los ingresos que tiene la Diócesis en Córdoba proviene de los fieles, unos 8,2 millones de aportación en las parroquias y 4,4 millones a través de la declaración de la renta, mientras que los ingresos sacramentales suman el 15% del total percibido por la institución, con 3,4 millones de euros tras recuperar la celebración de comuniones, bodas y bautizos una vez superado el parón del año 2020. Así, la iglesia detecta un "incremento paulatino de las aportaciones voluntarias de los fieles" con relación incluso al año 2019, antes de la pandemia. 

En la presentación de los datos, el ecónomo diocesano, José Luis Vidal Soler, ha destacado que “los datos de 2021 reflejan el mantenimiento general de ingresos y gastos de la diócesis, una vez superadas las circunstancias excepcionales de 2020” y ha subrayado como las partidas más importantes siguen fijándose en las actividades pastorales y asistenciales y los gastos de funcionamiento y conservación del patrimonio eclesiástico.

En este sentido, las acciones asistenciales y pastorales consumieron la mayor cantidad en el apartado de gastos, con 8 millones de euros (35%), mientras la recuperación del mantenimiento y conservación de los edificios de la iglesia supuso de 6,1 millones de euros (27%) y el pago de los religiosos y el personal seglar supuso un gasto de 3,2 millones y 2,7 millones de euros respectivamente. Con todo ello, el déficit ha vuelto en 2021, que cierra con pérdidas de 49.000 euros tras el año 2020, que cerró con saldo positivo de 567.957 euros por los "recortes" de la pandemia, unas cuentas que califican de "equilibradas".

En cuanto al estado de gastos e ingresos del Obispado, el total general de recursos se cifró en 2021 en 9,1 millones de euros. La asignación tributaria, con unos ingresos de 4,4 millones de euros, representa un 48,53% del total de los recursos disponibles por el Obispado en 2021. El capítulo de otros ingresos corrientes suma el 30,98% de estos recursos, con 2,8 millones de euros, en los que se incluyen las distintas aportaciones de las instituciones diocesanas al Fondo Común Diocesano.

Estos recursos totales se elevaron a 8,9 millones de euros que fueron empleados en la acciones pastorales y asistenciales (19,91%); retribución del clero (33,87%); retribución del personal seglar (10,23%); aportaciones a los centros de formación (0,56%); conservación de edificios y gastos de funcionamiento (11,45%) y gastos extraordinarios y excepcionales de rehabilitación patrimonial (23,98%).

El 95% de los ingresos en las parroquias, por los fieles

Un total 202 de las 232 parroquias de la Diócesis de Córdoba han recaudado un total de 6,8 millones de euros, el 95% por parte de las aportaciones de los fieles y a espera de que el resto de parroquias presenten sus cuentas de 2021, según ha detallado el ecónomo diocesano. Del total, 1,3 millones de euros, el 19%, provienen de actos sacramentales. Ese año cerró con un superávit de 37.887 euros para las parroquias. 

Las colectas han aumentado en un 6% porque se han podido celebrar normalmente las eucaristías pero el ingreso en Cáritas ha descendido en un 5,6%, una cifra que está "volviendo a la normalidad" tras la subida que supuso la ola de solidaridad de la pandemia, mientras los ingresos por sacramentos aumentaron un 34% tras la recuperación de bodas, bautizos y comuniones. Así, la iglesia gastó un 7,4% más que en el año 2020, en las parroquias aumentan en un 7,4% en las acciones asistenciales y en un 14% en conservación de edificios, mientras los gastos extraordinarios bajaron en un 18%, según estas cuentas. 

La declaración de la renta

Un total de 157.717 personas marcaron la casilla en favor de la iglesia de Córdoba en la declaración de la renta del último ejercicio, el del año 2020, que confirma su tendencia al alza con 2.728 contribuyentes más respecto al año anterior. Así, el número de cordobeses que aportan a través de esta opción ha aumentado en más de un 5% en los últimos cuatro años. Los ingresos a la iglesia, así, subieron de 3,2 millones de euros en 2017 a los 3,9 millones del ejercicio de 2020, aunque el porcentaje sobre el total se mantiene estable en torno al 43%, en la media andaluza y muy por encima de la media nacional, situada en torno al 34%.

El Obispado de Córdoba tiene una previsión de recursos de más de 7,7 millones de euros para 2022 como resultado de la suma de las aportaciones de los fieles (4,13%) y la asignación tributaria (54,63%) previstas, seguidas de otros conceptos como los ingresos patrimoniales y otras actividades (11,49%); otros ingresos corrientes (25,43%) e ingresos extraordinarios en un 1,02% del total. Para el próximo año, los recursos empleados por el Obispado en el presupuesto ascenderán a 8,1 millones de, lo que supone una previsión de déficit de 396.565 euros.