Aspromonte emerge

El sindicato sale a la palestra de la fusión mientras la preocupación en la entidad sigue creciendo debido a la falta de comunicación con los empleados

En la imagen, oficinas de Cajasur y de Unicaja en edicifios cercanos.
En la imagen, oficinas de Cajasur y de Unicaja en edicifios cercanos.
F. J. D

27 de octubre 2009 - 01:00

El Cabildo mostró la semana pasada sus discrepancias con la resultante aprobada vía decreto ley de lo que debe ser la norma básica para la fusión entre Unicaja y Cajasur. Importantes aspectos del contenido del texto final exasperaron tanto a los representantes de la Iglesia que lanzaron un duro órdago a los planteamientos que debían ser aprobados en el Consejo de Gobierno del pasado martes. Al final llegó la asunción de la ley, pero los representantes del Cabildo dejaron muy claro que estarían vigilantes a que se respetaron los derechos de Córdoba en el proceso de fusión y que se asegurara el futuro de los trabajadores de la entidad. Una carta del presidente de Unicaja, Braulio Medel, con garantías para Córdoba encarriló la situación. Resulta extraño por tanto que el principal sindicato de la caja, Aspromonte, surgido en tiempos de Miguel Castillejo como sindicato propio de la entidad y tradicionalmente muy cercano a la Iglesia, rompiera ayer su silencio para decir ayer que en ningún momento se ha contado con ellos para tratar aspectos como el de la cosede de Córdoba en Unicajasur o como el solapamiento de oficinas. Y es que hay miles de familias cordobesas en vilo, pendientes de lo que ocurrirá con Cajasur. Nadie quiere hablar de reducción de plantillas en Cajasur, pero el silencio y la nula comunicación con los trabajadores ha engordado el fantasma de los despidos.

De parte de la Junta se asegura que o fusión o intervención, de parte de la Iglesia se reclaman los derechos planteados en el protocolo de julio, pero los trabajadores, según Aspromonte, siguen sin saber nada. Porque en el decreto ley no viene nada de la tan necesaria cosede para Córdoba ni del futuro de la Obra Social que estaría vinculada a la Iglesia, y genera tanta incertidumbre en el Cabildo que Aspromonte pidió expresamente que se refleje cómo se articularán las relaciones laborales en Unicajasur.

Pero la preocupación de los empleados va por barrios. Las dudas coexisten. ¿Que ocurrirá con los 700 empleados de los servicios centrales, que deberían verse reducidos con el establecimiento de la cosede para no duplicar puestos? ¿Qué ocurrirá si, finalmente, no hay cosede? ¿Qué pasará con los empleados que trabajan en oficinas que se solapan? ¿Podrá permitirse la nueva Unicajasur tener hasta cuatro oficinas en poblaciones de 20.000 habitantes?

La Junta calló ayer y en distintos ámbitos de la cúpula de la entidad se aboga por la calma y se achaca al "nerviosismo" la decisión tomada por el sindicato mayoritario de la entidad cordobesa. Otras fuentes se mostraron extrañadas de la postura de los trabajadores cuando aún no se ha empezado a negociar nada en firme, pero lo cierto es que Aspromonte está convencido de que su peso social no puede ser obviado y apunta a que su presencia es suficiente para que se plantee la paralización de la fusión.

Sólo queda ver hasta dónde llega la apuesta del sindicato y cuál será la respuesta. Han anunciado su no a la fusión en el próximo consejo de administración. Fuentes de la caja aseguraron que los representantes de Aspromonte podrían estar buscando el apoyo del grupo de los impositores para hacer valer sus propuestas. Mientras tanto, miles de familias en vilo.

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