"Es una auténtica calamidad". El presidente de la organización agraria Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, resumió ayer de esta forma los efectos de la riada que se suman a un temporal de casi dos meses que, para el campo, ha traído un auténtico atracón de un recurso, el agua, que es oro molido para los agricultores. La entidad realizó ayer una primera estimación de los daños, que asciende a 250 millones de euros en toda la provincia de Córdoba. Asaja reclamó ayer la intervención del Gobierno central y el autonómico en este asunto, instancias a las que demanda directamente responsabilidades como consecuencia de no haber realizado inversiones en el cuidado del cauce, en nuevos pantanos de regulación o en el mantenimiento de las riberas.

El propio Fernández de Mesa puso el ejemplo de sus explotaciones. "Tenemos tres transformadores debajo del agua que van a quedar inservibles, media cosecha anegada, instalaciones o caminos", afirma. El máximo responsable de la patronal asevera que esa situación es general en el campo y se extiende a cuestiones como los caminos, que están destrozados, la muerte de cientos de cabezas de ganado en instalaciones cercanas al río, la más que previsible llegada de enfermedades en plantaciones de naranjas o la imposibilidad de cosechar, lo que implica un problema de los serios para los profesionales del campo.

Asaja ha reclamado un plan completo de recuperación de infraestructuras agrarias que palie todas las pérdidas que han tenido lugar en cientos de explotaciones. Además, reclamó que se recupere el Plan Hidrológico Nacional "puesto que se ha desembalsado agua para llenar por la mitad el embalse del Tranco", uno de los grandes pantanos andaluces. Ayer, la práctica totalidad de las presas de la comunidad autónoma soltaba agua por motivos de seguridad.

Mientras tanto, la Confederación de Empresarios de Córdoba aseguró que el polígono de Quintos ha sido el que más ha sufrido los daños del temporal, con la anegación de dos empresas, una gravera y un taller mecánico. La mayor parte de esta zona industrial, que está en una cota más elevada, no ha tenido ningún problema y la actividad ayer era normal, según pudo comprobar este periódico. La organización empresarial de Córdoba asegura, sin embargo, que las lluvias prolongadas han tenido un efecto relevante sobre la práctica totalidad de los polígonos de Córdoba, incluidos los más modernos, como Tecnocórdoba, "cuyas calles son un lodazal". Torrecilla-Amargacena no ha sufrido daños de momento, a pesar de estar junto al Guadalquivir, puesto que la lámina de agua no ha llegado a rebosar en la margen izquierda (la parte derecha es la verdaderamente afectada, inundando la Granja del Estado).

CECO asegura que los problemas de mantenimiento que sufren todos los parques empresariales -el Granadal parece ser el menos dañado en este aspecto- se han agravado, principalmente, en el estado de las calles y en servicios como el alcantarillado.