Arroz con rabo de toro y vino sin alcohol como primer plato

Hablar de alimentación halal no sólo es hablar de productos aptos para el consumo musulmán, sino también de calidad. Ayer mismo se pudo comprobar en las Caballerizas Reales, donde los asistentes al encuentro Halal en cifras pudieron disfrutar de un cooking show a manos del chef granadino Ibrahim Romero y de un catering de la empresa Padisa.

Aunque aquí todo el mundo esté acostumbrado al típico perol con magro de cerdo, ayer nadie le hizo ascos al arroz con rabo de toro cuyo aroma se colaba por todas las cuadras del histórico inmueble. Tampoco había al lado una nevera repleta de cervezas frescas, sino una mesa con vino sin alcohol o zumo de manzana.

Completaban el menú unas croquetas de espinacas, pisto con queso frito, cazón en adobo o salmorejo, eso sí, nada de jamón ibérico de Los Pedroches sino cecina bien curada. El evento dejó claro por lo tanto que la ausencia de cerdo o alcohol no resta calidad al menú. Buen ejemplo de ello es, por ejemplo, el restaurante Noor del chef cordobés Estrella Michelin Paco Morales. Una carta distinta a la que costaría muy poco acostumbrarse.