Poner las bases para afianzar un modelo de gestión centrado en el diálogo. Ése ha sido el objetivo de la alcaldesa, Isabel Ambrosio, durante su primer año de mandato, según apuntó ella misma durante el balance de estos primeros 12 meses en Capitulares. La regidora reconoció incluso que este trabajo "no será llamativo ni vistoso" para muchos, pero lo defendió de manera decidida ya que, insistió, "es mi modelo y no concibo otros, como el ordeno y mando". Fue la reivindicación de la propia alcaldesa frente a las voces críticas que apuntan a que poco se ha hecho en este primer año más allá de la creación de mesas de trabajo y diálogo en torno a asuntos y proyectos de ciudad. "Mi modelo de ciudad" es el que tiene en cuenta a "todos los colectivos", algo que considera fundamental para poder avanzar, insistió. "Hay que hacer bien las tareas previas para que el resultado final sea satisfactorio", dijo la regidora, de lo que se interpreta que en cierto modo reconoce que, por el momento, los resultados han sido escasos, aunque se mostró confiada en que su modelo dé frutos en lo que queda de mandato.

Que ha habido pocas consecuencias de la gestión también quedó patente tras su exposición, en la que insistió en la misma idea que hace seis meses, cuando reivindicó que se ha puesto a las personas "en el centro de la gestión" y por encima de los intereses económicos. La alcaldesa volvió a sacar a relucir el plan de rescate ciudadano y ofreció un dato, que desde su puesta en marcha en octubre se ha atendido a 800 personas y se han abierto 400 expedientes. Lo que no dejó claro es el número de desahucios que se han evitado o las personas que ya se han beneficiado de ese plan a través de la garantía de los suministros básicos como la luz o el agua. No obstante, sí que recalcó uno de los que, sin duda, es una de las medidas más aplaudidas en este primer tramo, como el suministro vital de tres metros cúbicos de agua a través de Emacsa.

La alcaldesa también hizo referencia a la situación en la que se encontró las empresas públicas, "con unos servicios desmantelados por la falta de personal" y reivindicó que "se ha hecho un esfuerzo enorme para dotar de recursos y evitar la privatización" de las empresas. Ambrosio, de hecho, defendió la situación en la que está la empresa de autobuses -pese a que acaba de atravesar una huelga parcial por parte de los trabajadores y la Intervención urge a poner en marcha un plan de viabilidad- y el resto de organismos públicos. También habló de Rabanales 21 y expresó su deseo de que "vuelva a ser un polo de innovación", pero no dio más detalles sobre las medidas que va a adoptar el gobierno municipal para ello. El parque tecnológico también está pendiente de la venta de suelo para un proyecto comercial.

En cuanto al Open Future de Telefónica, un proyecto sobre innovación empresarial, aseguró que en breve comenzarán las obras de reforma del local de San Pablo donde se pretende instalar la plataforma. Igualmente, puso de relieve las ayudas concedidas a través del Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec) de 1,3 millones para el emprendimiento y el crecimiento empresarial, así como el plan de inclusión activa, que ha iniciado ya las primeras contrataciones. Mencionó también la necesidad de afrontar un cambio en el modelo turístico y las actuaciones previstas en los barrios, "que van a corregir el desequilibrio" que ha habido en los últimos años, subrayó.

En cuanto al futuro, la regidora no se quiso referir a ningún proyecto concreto que el equipo de gobierno tenga entre manos, aunque defendió que colaborarán con todas las propuestas "que vengan a mejorar la ciudad" y, sobre todo, que contribuyan a la generación de empleo, que sigue siendo su principal objetivo.