Córdoba

Acopio masivo para evitar tener que pasar apuros

  • Las tiendas empiezan a registrar falta de alimentos y varias gasolineras cuelgan el cartel de "agotado combustible"

Las gasolineras, las grandes superficies, los mercados de abastos o las tiendas de barrio notaron ayer los efectos de la huelga de transportistas que tiene amenazada a todo el país. En el primer día de paro, ya se dejaron sentir las consecuencias de desabastecimiento de productos de primera necesidad, aunque será a partir de hoy cuando los efectos se hagan más acuciantes.

Los consumidores, en previsión de una más que posible falta de suministro en los próximos días, han hecho acopio de los productos más elementales para la dieta, como la leche, el pan, el arroz o la carne, siendo los alimentos frescos los más sensibles a padecer los estragos de esta huelga con carácter indefinido.

Ayer, los comercios estaban a reventar de clientes antes de que el parón generalizado del sector de transportes deje sin género los establecimientos. "No sé a dónde vamos a llegar; esto no puede seguir así mucho tiempo, pues hay familias que no se pueden permitir estar sin comprar más de dos días seguidos", decía Rosa Álvarez, una clienta de una frutería del mercado de abastos de Ciudad Jardín.

El propietario de este establecimiento, Manuel Martínez, alertaba de que ya se han registrado falta de suministro en los almacenes, sobre todo de verdura, "aunque a partir de mañana -por hoy- seguro que irá a más". Dolores Leiva, la dueña de una carnicería del mismo mercado, lo decía claro: "Todavía no hay problema de desabastecimiento, pero seguro que lo tendremos ya mismo", argumentaba. "Para empezar, ya no nos han traído el género al puesto, hemos tenido que ir nosotros a por él, pero estoy convencida de que en los próximos días la variedad será mucho menor", argumentaba. "Yo tengo tres hijos y se me va la comida volando; ya viene el viernes para estar bien preparada para el fin de semana, y ahora he vuelto para reponer algunos productos que se me han terminado", decía Pura, una vecina de la zona.

Lo cierto es que la incertidumbre se mascaba ayer en el ambiente, una sensación que algunos no dudaban en calificar de miedo. "Los transportistas están erre que erre, y el Gobierno no cede nada; ambas partes deberían dar su brazo a torcer, pues los consumidores somos el eslabón más débil de la cadena", subrayaba Ramiro Entrenas, un comprador de una carnicería del centro de la ciudad. La cadena de supermercados Mercadona no sufre todavía problemas de abastecimiento porque han sido previsores. "El domingo realizamos un servicio de suministro extraordinario para afrontar un posible déficit de productos, por ello aún no hemos registrado problemas de gravedad", apuntaron fuentes de la empresa. Cristina, la encargada de los pedidos de un supermercado Piedra, reconocía que "no hemos recibido mercancía, y probablemente no lo hagamos hasta el miércoles". Por eso, en algunos locales ya empezaban a escasear los productos, como ocurría en el supermercado Alcoop de la calle Alfaros, donde ya no había algunos tipos de leche.

La huelga de transportes también afecta, y mucho, a las gasolineras, pues sin camiones no hay gasoil. Muchas de ellas llevan desde el domingo con el cartel de "no hay suministro". Tal es el caso de la de El Zoco y la de la avenida República Argentina, donde su encargado, Pedro Estrada, reconocía que en el fin de semana los clientes han llenado los depósitos hasta arriba. Las de Colón y El Brillante, aunque al mediodía no habían agotado las últimas gotas de combustible, habían tenido que cerrar varios surtidores.

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