El mismo día en que el PP es consciente de la posibilidad real de arrebatar la Presidencia de la Junta al PSOE, lo es también de que puede llegar a perder la Alcaldía de Málaga capital. Si bien la naturaleza de los comicios autonómicos no permite extrapolar el futuro comportamiento que tendrán los votantes en las municipales de mayo del año que viene, el resultado abre de par en par la duda respecto a lo que pueda ocurrir en una plaza en la que los populares gobiernan desde 1995.

No sólo porque es superado por el PSOE como la formación con más votos en las regionales (ya ocurrió en marzo de 2015), sino porque también lo es por su adversario ideológico, Ciudadanos. La fotografía surgida del paso por las urnas es preocupante para el alcalde y candidato a la reelección a poco más de cinco meses vista de los comicios locales.

Los números hablan por sí solos. El PP pierde unos 21.000 apoyos en la ciudad con respecto a 2015 (la resta en el PSOE es de unos 12.000). Buena parte de los simpatizantes otrora del PP, a priori, se ha decantado por la formación naranja, que crece en más de 15.300 votos, hasta rozar los 51.700 votos totales. El salto cuantitativo de Cs es tal que tras superar al PP apenas se queda a seis décimas del PSOE (poco menos de 1.500 votos menos).

De repetirse este reparto el próximo mes de mayo, la supremacía de Francisco De la Torre, que ya en las elecciones locales de 2015 sufrió una considerable reducción de apoyos, quedaría borrada, abriéndose un amplio abanico de posibles alianzas alternativas.

Los otros votantes populares, de acuerdo con los datos oficiales, se desplazan más a la derecha aún, la de Vox. El principal vencedor de las elecciones (en términos simbólicos) se asienta en la capital de la Costa del Sol con un importante granero de votos. En concreto, 27.728, lo que equivale a un 11,52%. En las elecciones de marzo de 2015 fueron solo 1.340 las papeletas con su sello los depositados en las urnas. Salvo una variación significativa en el comportamiento del votante de las municipales, es previsible la presencia de la formación de extrema derecha en la futura Corporación municipal.

Por su parte, como ocurre en el conjunto de la provincia, la coalición de Adelante Andalucía naufraga en la capital. Los 40.979 avales que recibe están incluso por debajo de los 46.094 que obtuvo Podemos en las anteriores autonómicas y se sitúa a más de 23.400 de la suma que en aquel entonces tuvieron la formación morada e Izquierda Unida.