El llamado Pacto por Andalucía no puede "sustituir ni suponer un retroceso" en lo social sobre el acuerdo de gobierno que alcanzaron IU y el PSOE en Andalucía después de las elecciones autonómicas. Ésta es la posición de IU, los socios del presidente José Antonio Griñán, que ayer expresaron su escepticismo a que el PP pueda incorporarse a dicho pacto, una vez que su líder, Juan Ignacio Zoido, decidiera comenzar a negociar e integrarse en el acuerdo. No obstante, el portavoz parlamentario de la federación de izquierdas, José Antonio Castro, aseguró, después de su reunión con el presidente andaluza, que su formación hará "un esfuerzo inclusivo".

El caso es que IU no considera a este pacto como un acuerdo equidistante entre las posiciones del PP y las suyas, sino como un modo de hacer frente a la crisis económica que pase por "una salida social frente a los mercados", y ahí mantiene que difieren bastante del PP.

José Antonio Castro mostró su escepticismo, incluso, hacia el desarrollo del pacto, porque en, su opinión, debería haber comenzado a forjarse por las reuniones con las organizaciones sociales y profesionales. "Estamos impacientes", indicó Castro, en el sentido de que esperan que pronto comiencen las reuniones con las formaciones sociales. Griñán se reunirá hoy con la patronal y los sindicatos CCOO y UGT, mientras que el viernes lo hará con todas las organizaciones agrarias y la federación de empresas sociales de Andalucía.

La delegación de IU, en la que se encontraba el viceconsejero de Gobernación, José Luis Pérez Tapias, entregó al presidente de la Junta un listado de diez puntos sobre los que debe pivotar dicho pacto, pero antecedidos de tres apartados en los que, de algún modo, esta formación marca lo que entiende como sus grandes diferencias con el PP: éstos son "una salida social a la crisis (...), poniendo a las personas por delante de los mercados", "plantear políticas económicas y sociales no supeditadas al pago de la deuda" e "incorporar a organizaciones y movimientos sociales".

IU, por ejemplo, muestra su desacuerdo con artículo 135 de la Constitución, por el que se supeditan la elaboración de los presupuestos en las administraciones públicas a un principio de estabilidad fiscal. Esta reforma constitucional no sólo atañe al PP; también al PSOE, pues fue el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien lo incluyó en el verano de 2011.

"Estamos dispuestos a renunciar, ¿pero a qué? -dijo Castro- Aquí hay muchas buenas declaraciones, políticos correctos, pero nosotros no queremos que esto se quede en las formas, sino en el fondo". Al ser preguntado sobre si el Pacto por Andalucía debería contar con el PP, el portavoz de IU fue claro: "Nosotros no estamos deseosos de llegar a un acuerdo con el Partido Popular, no creo que ése sea el objetivo". Es decir, que la federación de izquierdas no tiene problemas por contar con el PP en ese acuerdo, pero tampoco lo contrario.

No obstante, el viceconsejero López Tapia mantuvo que el PP andaluz puede sumarse a acuerdos que hoy parecen imposibles, tal como ocurrió con la negociación de la reforma del Estatuto de Andalucía, aprobado por todas las fuerzas del Parlamento. El pacto, por ejemplo, solicitará el cumplimiento estricto de este texto legal, cuya disposición adicional tercera no está siendo cumplida por el Gobierno. Ésta obliga a invertir hasta el año 2014 un porcentaje similar al peso de su población en el país, lo que, según IU, deja ya 4.000 millones de euros de deuda. Pérez Tapias sostiene que es posible que el PP se sume a esta reclamación si se solicita un calendario de pagos desde Madrid.

Griñán también se reunió ayer por la tarde con el secretario general del PA, Antonio Jesús Ruiz, el único partido extraparlamentario que se integrará en este acuerdo. Finalmente, UPyD, el partido de Rosa Díez, no entra en ello. "¿Cómo vamos a negociar un pacto por Andalucía con un partido que propone que se devuelvan las competencias de sanidad y de educación?", se preguntó sobre ello Pérez Tapia.