Los dos sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, siguieron ayer la senda que emprendió IU sobre el Pacto por Andalucía, pero aún fueron más claros. Sus dos dirigentes andaluces, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, dejaron claro que no se incorporarán a este acuerdo si el PP lo "descafeína". "Si tenemos que hacer renuncias para que esto sea café con leche, para un pacto descafeínado, no estaremos". Así de contundente se mostraron los dos líderes sindicales después de su reunión con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán.

La advertencia que IU lanzó el martes pasado tomó cuerpo ayer, y es que, según los sindicatos, el PP ha lanzado "una caza y captura" contra estas organizaciones; rechazan la reforma laboral y los cambios en el modelo de convenios colectivos que ésta establece. La diferente visión que tanto IU como estos sindicatos tienen ante la forma del Gobierno de Mariano Rajoy de abordar el pacto es la causa que dificulte un pacto donde participen tanto fuerzas de izquierdas como conservadoras, es un asunto difícil y que tendrá que lidiar el presidente, José Antonio Griñán. Los sindicatos mantienen que el PP debe reconsiderar las privatizaciones en sectores, como el de la sanidad pública, antes de entrar en el pacto. Tanto Pastrana como Carbonero se mostraron muy contundentes, y aseguraron estar "hasta las narices" de los dicursos "huecos", "donde todo vale y donde todo parece que somos iguales".

El asunto de los sindicatos es de calado, ya que el Gobierno considera que la participación de éstos y de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) es sustancial al acuerdo. El "nudo gordiano", lo definió el portavoz del Ejecutivo, Miguel Ángel Vázquez. El jefe de la patronal, Santiago Herrero, también mantuvo un encuentro con Griñán, al que le solicitó que mientras éste no se firme no ponga en marcha más medidas que lo puedan malograr, y citó el caso del decreto-ley que amplía la zona de protección en la costa. Herrero aseguró también que el pacto debe dar seguridad jurídica a los modelos de colaboración público-privado en sectores como la sanidad, un aspecto que le enfrentaría con los sindicatos. No obstante, Herrero fue consciente de que en una negociación siempre hay diferencias.