Cuatro décadas de ayuntamientos democráticos (16) | Medio Ambiente

Los espacios naturales como fuente de riqueza para los municipios

  • Córdoba cuenta con un importante patrimonio medioambiental que se ha consolidado en las últimas décadas como impulsador de desarrollo

Cerdos buscan bellotas en una dehesa del parque natural de Cardeña-Montoro.

Cerdos buscan bellotas en una dehesa del parque natural de Cardeña-Montoro.

La etapa democrática ha sido también la de la consolidación de los espacios naturales de Córdoba, unos espacios que han contribuido de manera importante a la economía de las zonas en las que están ubicados, tanto en materia agrícola y ganadera, como en materia turística. Los 18 espacios naturales que se extienden por la provincia cordobesa ocupan una extensión de suelo que alcanza las 135.203 hectáreas de superficie, según datos de la Red de Espacios Naturales y Protegidos de Andalucía (Renpa) de la Consejería de Medio Ambiente.

En cuanto a la figura que protege cada unos de esos 18 espacios, destaca, sobre todo por su volumen, los tres parques naturales de la provincia –Sierras Subbéticas, Sierra de Hornachuelos y Cardeña-Montoro–, que suman casi 130.500 hectáreas de suelo. Casi 2.000 hectáreas suman los dos parajes naturales cordobeses, ambos en la zona Sur, como son los embalses de Cordobilla (Puente Genil) y Malpasillo (Lucena).

Otro grupos importante de espacios protegidos –1.470 hectáreas– son las seis reservas naturales que conforman las lagunas de Amarga, Los Jarales, Tíscar, Zóñar, Salobral y del Rincón, localizadas en la Subbética y en la Campiña Sur.

Algo más repartidos, desde el punto de vista geográfico, están los cinco parques perirubanos del territorio cordobés, que cuentan con una superficie de 1.278 hectáreas. Ese quinteto lo conforman Fuente Agria, Fuente la Zarza, La Sierrezuela, Los Cabezos y Los Villares. También cuentan como espacios protegidos, con la categoría de monumentos naturales, la Cueva de los Murciélagos de Zuheros y los Sotos de la Albolafía de la capital, entre otros. Entre ambos suman algo más de 53 hectáreas.

La figura de protección parque natural ha sido la más ampliamente utilizada en Andalucía, de tal forma que cerca del 30% de los municipios (229) de la comunidad autónoma se encuentran ligados a ella. Cuando se declararon, los indicadores socioeconómicos reflejaban que la mayoría de esos municipios eran zonas deprimidas de Andalucía. Teniendo en cuenta los indicadores socioeconómicos de la pasada década de los 90, se puede comprobar que se certifica una ruptura de la tendencia regresiva de la situación demográfica de la población en esas zonas de la provincia que son de influencia de uno de los tres parques naturales, incluso se aprecia un leve incremento.

Además, en esa década y en esas zonas los niveles de descenso del paro se situaban por encima del producido en la media de la comunidad autónoma y se manifiestaba claramente una mayor capacidad de los municipios de los parques naturales para contener la tasa de desempleo en situaciones de crisis y su mayor capacidad para hacerla disminuir en tiempos de crecimiento económico.

El Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro limita con Jaén y Ciudad Real y tiene 38.449 hectáreas repartidas por los municipios a los que dan nombre. La principal protagonista de este espacio natural es la dehesa, que se aprovecha de un modo mixto. Por un lado, con la agricultura y el cultivo de la cebada; por otro, con la montanera, actividad muy favorecida por el tipo de arbolado de la zona: la encina, el quejigo y el rebollo.

La dehesa es un ecosistema singular que se mantiene principalmente gracias a la actividad del ganado ibérico. Además, es importante el desarrollo del sector del olivar y la existencia de una tradición productiva con varias almazaras de propiedad cooperativa. En los últimos años es interesante el paulatino incremento de la superficie dedicada a la agricultura y ganadería ecológicas, que está teniendo apoyo de las de las administraciones regionales y comunitarias.

Con respecto al aprovechamiento ganadero en el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro es importante destacar la potencialidad que ofrece la transformación y comercialización de productos cárnicos de óptima calidad. Del mismo modo sucede con la ganadería ecológica, en cuyo desarrollo es imprescindible el adecuado manejo de la ganadería extensiva asociada a la dehesa. Las especies ganaderas tienen una importancia capital en este fragmento de Sierra Morena. La cabaña ovina es la más importante con 52.390 cabezas en Cardeña y 1.600 en Montoro.

No es posible definir con exactitud un número exacto en el parque natural. Sin embargo, el ganado ovino ha sufrido un importante descenso. La cabaña porcina se ha incrementado debido a la gran magnitud de encinares. La raza ibérica es la dominante. El ganado vacuno es otro segmento importante. De él se aprovecha más su carne que su leche. El ganado caprino cuenta con 2.214 ejemplares. Predomina la raza serrana, a la que siguen la murciana-granadina y una serie de crías.

También son importantes los ganados caballar mular y asnal. Además, el aprovechamiento apícola atraviesa un período de expansión auspiciado por la adjudicación gratuita de los montes públicos del parque. En este parque natural se ha hecho realidad la reintroducción del lince ibérico. En cuanto a los aprovechamientos forestales destaca el del encinar destinado a la alimentación del ganado en montanera y la leña para su transformación en carbón y para su consumo directo como combustible. También ocupa un lugar muy importante el pino, del que se usa la madera, y el corcho.

El Parque Natural Sierra de Hornachuelos limita con el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla y tiene 60.032 hectáreas entre los términos municipales de Almodóvar del Río, Córdoba, Hornachuelos, Posadas y Villaviciosa de Córdoba. Fue declarado parque natural el 28 de julio de 1989. La bipolaridad del relieve de estas más de 60.000 hectáreas invita a la práctica de senderismo, tanto para el amante de la naturaleza como para el que gusta de comprender la relación histórica entre el hombre y su medio.

Pues la sierra, abrupta y cortada, rica en filones mineros, ha favorecido actividades como la minería -–complejo de La Plata–, los caleros –Huerta del Rey–, la apicultura, la cría de cerdo ibérico y la caza. Y es que este contraste territorial es también causa de la riqueza cinegética de estos pagos, tanto menor como mayor, siendo también soporte de otras actividades menos agresivas con el medio como la caza fotográfica o la observación de la berrea del ciervo. Por otra parte, los embalses presentan una oferta en materia de educación ambiental, aventura y deportes náuticos muy consolidada, que se suma a su riqueza agroalimentaria.

El Parque Natural de las Sierras Subbéticas, declarado parque natural en 1988, abarca 31.568 hectáreas de terreno repartido entre los municipios de Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Iznájar, Luque, Priego de Córdoba, Rute y Zuheros. Reconocido por la Unesco como geoparque de España en 2006, como principales instalaciones de atracción turística, el parque cuenta con un centro de visitantes (Santa Rita), un ecomuseo (Cueva de los Murciélagos), varios miradores y nueve senderos. La economía de la zona se basa en los aprovechamientos agrícolas y ganaderos.

Gran importancia presenta la caza menor, ocupando un porcentaje importante de la superficie del terreno los cotos privados de caza. La principal producción proviene del olivar especializándose la zona en la aceituna de verdeo. En el cultivo de cereal, trigo y cebada, la superficie utilizada es muy pequeña ya que se necesitan terrenos llanos para la maquinaria. El almendro es el único frutal de secano que destaca por su cultivo, incrementándose la superficie en los últimos años por el auge de los productos navideños. La cabaña de caprino es la más importante encaminándose la producción hacia la obtención de leche y carne dejando en un segundo plano la piel.

Se realiza de manera extensiva aprovechando los pastos naturales de la sierra. El ganado ovino también se cría de forma extensiva obteniéndose carne principalmente, tanto de cordero lechal como de pascual mientras que la lana se considera en segundo término.

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