Cuatro décadas de ayuntamientos democráticos (9) | El padre de un organismo impulsor de la economía

El germen de un ente fundamental para el crecimiento provincial

  • El Consorcio Provincial de Desarrollo Económico de la Diputación ha jugado un papel muy importante a lo largo de su existencia en el impulso a la economía de la provincia a través de sus empresas; un objetivo que comenzó tras la muerte de Franco con la creación del Servicio de Promoción Industrial

El presidente de la Junta Rafael Escuredo asiste a una feria en Córdoba.

El presidente de la Junta Rafael Escuredo asiste a una feria en Córdoba. / El Día

Córdoba inició con muchas esperanzas económicas el periodo postfranquista. Y es que, la cordobesa, hace 40 años era una provincia que potencialmente sumaba una serie de factores que se podían considerar como la base perfecta para un futuro y necesario progreso, el progreso de una tierra que décadas antes había perdido muchísima población por la emigración.

En ese momento, la provincia de Córdoba era una de las zonas con mayor provenir agrario, contando con una variedad destacada de productos importantes en su subsuelo, unos en explotación y otros en reserva, además de una incipiente ganadería, sobre todo en el Norte de la provincia con una cooperativa radicada en Pozoblanco, Covap, nacida en 1959, que era, ha sido y es vital para mantener viva la comarca de Los Pedroches. También disponía de un potencial humano en número y calidad apto y dispuesto para la especialización en el campo, con lo que ello supondría para fijar la población.

Otro de los factores que jugaban a su favor y sigue jugando hoy en día, y que desde instituciones como la Diputación y los ayuntamientos se vendía a la hora de llevar a cabo proyectos de índole turístico o de otra índole económica, es el de su “espléndida” localización geográfica, cruzada por las principales vías de transporte entre el Sur, el Este y el Centro de España. También se vendía de la provincia hace 40 años, entre otras ventajas, la proximidad del continente africano como mercado de consumo a medio plazo. Y se insistía en que en lo referido al sector agrario, “de indudable peso específico en la provincia”, Córdoba disponía del mayor complejo de centros docentes y científicos existentes en el resto de provincias españolas.

Para impulsar y capitalizar todos esos recursos, la Diputación creó el 28 de abril de 1977, tras la muerte de Franco, aunque antes de la primera Corporación democrática, el Servicio de Promoción Industrial (Serproin), el organismo precursor de lo que luego durante muchos años fue el Consorcio Provincial de Desarrollo Económico y de lo que ahora es el Instituto Provincial de Desarrollo Económico (Iprodeco). Sus objetivos estaban dirigidos, según las actas de Pleno de entonces, “a difundir las ventajas comparativas de localización industrial en esta provincia”.

O lo que es lo mismo, se sentaron esas bases que de alguna manera se continuaron a lo largo de los años, de la ayuda a empresarios, promotores e inversores para el montaje de nuevas industrias y además se estableció una colaboración permanente con el Gran Área de Expansión Industrial de Andalucía, creada por la Junta en 1976 para el desarrollo económico de la región.

No obstante, se da un paso más y tras acudir con empresarios cordobés al extranjero con la campaña Vende Córdoba y recibir a distintas personalidades foráneas para, valga la redundancia, también venderles Córdoba, con la primera corporación provincial democrática el Servicio de Promoción Industrial se convierte en Servicio de Promoción y Desarrollo (Serprode), uno de los primeros órganos creados de ese tipo en España para favorecer el desarrollo económico de una provincia. Sólo en el primer concurso convocado por el Gran Área de Expansión Industrial de Andalucía presentaron expedientes de ampliación o nueva instalación un total de 65 empresarios con una inversión de 9.670 millones de las entonces pesetas y la creación de 2.555 puestos de trabajo. Las hemerotecas destacan que Córdoba fue la provincia que con diferencia presentó más expedientes.

Desde el Serprode se empezó a trabajar con las embajadas y con las cámaras de comercio nacionales e internacionales, además de reforzar la presencia en ferias comerciales. Para la historia quedó que una de esas primeras citas fue la muestra Inter-Idex, organizada en Basilea (Suiza), una feria internacional de localización industrial e inversiones, que era visitada por “empresarios, empresas consultoras, técnicos e inversores importantes”, según rezan las crónicas de la época. A dicha muestra, la Diputación de Córdoba acudió con el resto de diputaciones andaluzas.

También se destaca que “una de las visitas de relieve” más importantes a la que acudieron empresarios cordobeses de la mano del Serprode fue una realizada a tierras italianas –a Livorno y a Roma– de la que formaron parte industriales de los sectores cordobeses del aceite y de la pastelería y que estaba organizada por la Cámara de Comercio del país transalpino en España. Y a nivel nacional, el equipo del Servicio de Promoción y Desarrollo estuvo presente en todas las ferias nacionales de Barcelona, Madrid y Valencia, con el objetivo de dar a conocer las posibilidades de Córdoba, captar inversores, conectar con los empresarios españoles y facilitar también el intercambio entre hombres de negocio cordobeses y de otras zonas del país.

Otra de esas acciones iniciales fue la de traer a Córdoba a agregados comerciales de embajadas extranjeras y secretarios de las cámaras de comercio en el exterior, preparatorias de contactos entre empresarios cordobeses y extranjeros. El Serprode también estuvo presente en diversos certámenes comerciales subvencionados por la Diputación, como Expo-Genil, la Feria Artístico-Industrial de Lucena y el Salón de la Artesanía Andaluza, Expo-Arte, de Sevilla, además de apoyar ferias, así como al cooperativismo y a diversos organismos oficiales relacionados con el mundo del campo, como el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Yrida) y el Instituto de Conservación de la Naturaleza (Icona). El Seprode también inició una campaña divulgativa en todos los municipios de la provincia a través de conferencias organizadas para empresarios en las que el organismo dependiente de la Diputación les trasladaba sus objetivos.

Posteriormente, la Diputación crearía el Consorcio Provincial de Desarrollo Económico, que estuvo operativo hasta 2016, año en el que a este organismo lo relevó el Instituto Provincial de Desarrollo Económico. El Consorcio trabajó durante muchos años con la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) en la internacionalización de la actividad emprendedora y contribuyó a través de ayudas a dicha actividad, también se dedicó a formar a los empresarios.

Con la llegada del nuevo siglo, por ejemplo, esa alianza con CECO también se volcó en el diseño conjunto de estrategias capaces de clarificar, definir y orientar políticas de desarrollo económico y de creación de empleo en nuestra provincia de una forma coordinada, entre otros objetivos.

Además, durante las últimas décadas han sido notables los eventos organizados, algunos de los cuales ahora asume Iprodeco, entre los que destaca la organización de ferias comerciales en el propio Palacio de la Merced –sede de la institución provincial– como es el caso de Intercaza o la exitosa Feria de los Municipios, que consiguen congregar edición tras edición a miles de visitantes. Y también ha contribuido y contribuye a reforzar el tejido empresarial de la provincia apoyando otras citas comerciales de todo tipo que se desarrollan a lo largo y ancho de casi toda la geografía cordobesa.

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