No se extrañe usted si una mañana, cuando vaya a hacer la compra, se topa con una cesta repleta de alimentos en cualquier esquina de su barrio. "Si puede, deje para el que lo necesite; si lo necesita, coja" dice el cartel que Francisco Reyes y José María Baena han colgado en ciertos puntos estratégicos (cerca de tiendas y supermercados) del barrio de Santa Rosa, en Córdoba capital, y que acompaña a una cesta de madera para depositar productos. Es su manera de ser solidarios y colaborar con sus propios vecinos en mitad de la pandemia por coronavirus, que ya deja secuelas en la economía de los habitantes de la provincia. 

Desde diversas acciones de entretenimiento, ayuda para hacer la compra, repartos a domicilio y hasta confección de miles de mascarillas, los gestos de solidaridad se multiplican y son cada vez más creativos conforme pasan los días. Esta vez los vecinos pretenden poner un granito de arena y paliar el golpe en el bolsillo de los cordobeses que, debido a la pandemia, han dejado de trabajar y producir para dar de comer a sus familias. "Eso y ayudar a descongestionar a las asociaciones que reparten alimentos en Córdoba es el motivo que nos movió a la acción", cuenta Reyes a el Día. 

Cesta solidaria en Córdoba.

El panorama actual de la colaboración es complicado. "Desde que solicitas la ayuda a las asociaciones, hasta que llega hasta tu casa pueden pasar días, porque están colapsados, y es comprensible en esta situación", comenta Reyes, quien preocupado por aquellas personas con urgencia alimentaria, ha instalado, con la ayuda de José María, varias cestas para recoger comida y, así mismo, dejarla disponible para el que la necesite de manera rápida y anónima.

A día de hoy ya han instalado seis en la zona de Valdeolleros, tres en Levante con la colaboración de una vecina, Teresa Morales, y esta semana instalarán tres en Fátima y otras tantas en Ciudad Jardín para un total de 15 puntos repartidos por toda Córdoba, en los que, incluso, se han sumado supermercados como Proxi, con la instalación de su propia cesta solidaria. 

La recomendación de sus creadores es que se depositen alimentos no perecederos, bien empaquetados y, por esta vez, preferiblemente en plástico para evitar que se mojen y se pierdan con la lluvia. Paquetes de galletas, pan de molde, latas de atún, leche, legumbres, tomate frito, caldo de pollo y pasta son algunos de los alimentos que los vecinos han depositado en las cestas y que otros han podido coger para paliar la necesidad.

El supermercado Proxi instaló su propia cesta solidaria.

Más personas se han sumado a la iniciativa para que, por ejemplo, el Ayuntamiento les conceda un permiso especial para continuar con la labor sin tener problema alguno con la Policía, con la que además ya han podido conversar y se han mostrado dispuestos a ayudar para que la idea siga funcionando de la mejor manera posible. 

Para asegurarse de que todo marcha correctamente, Francisco, José María y Teresa se encargan de vigilar los puntos diariamente y desinfectan el lugar para disminuir el riesgo por coronavirus. En sus últimas salidas, se han dado cuenta de que algunas personas han dejado también bolsas con ropa, por lo que esperan poder instalar también percheros y ampliar la capacidad de estas ayudas, que no esperaban que crecieran tan rápido.

Labores de desinfección diarias.

El civismo de los vecinos es también destacable. Según Reyes, nadie se ha llevado más productos de los que necesita a casa: "Lo que hemos visto es que siempre se deja algún producto para el que viene después y así las cestas nunca se quedan vacías", comenta orgulloso. 

"Nosotros queremos recuperar ese vínculo que existía antiguamente entre los vecinos de ayudarse unos a otros", defiende Reyes, quien se siente satisfecho por la labor que han realizado hasta ahora y que, con la colaboración de todos los barrios de Córdoba, esperan que pueda llegar a mucha más gente que lo necesite.