El guijo La localidad celebra una fiesta temática sobre historia

El Imperio Romano vuelve a la carga

  • Los vecinos del núcleo desarrollan una iniciativa mediante la que pretenden enseñar las antiguas tradiciones y tareas cotidianas de los habitantes de la villa de Solia

El Imperio Romano ha vuelto a la localidad de El Guijo. Los vecinos del núcleo han cogido sus túnicas, sus sandalias de cuero y los cascos y se han echado a la calle para revivir el esplendor de la villa de Solia, antiguo nombre que recibía la ciudad y que aún no se puede asegurar que esté enclavada en el yacimiento cercano de Majadaiglesia.

Los protagonistas de esta iniciativa han sido los niños del CEIP Virgen de las Cruces, ya se invirtieron los papeles y se convirtieron en profesores por un día. Casi una treintena de alumnos fueron los cicerones de sus familiares y vecinos por las calles de la localidad engalanadas a la antigua usanza clásica. El patio del centro educativo se convirtió en un escenario ideal para representar la fundación de Roma, mientras que un gladiador de apenas dos palmos de altura recordaba a los presentes cuáles habían sido los emperadores romanos.

Los padres de los niños también quisieron sumarse a la actividad y recrearon escenas cotidianas que mostraban cómo era la vida de la sociedad de la época. Por ejemplo, los participantes explicaron las vestimentas, el origen del periodismo, la literatura, la música, la economía, las monedas y -como no podía faltar en un colegio- los distintos juegos con los que se divertían los más pequeños de la villa de Solia.

Los mayores de El Guijo tampoco quisieron perderse la fiesta. De hecho, una expedición de la residencia de ancianos de Santa Ana se disfrazaron de romanos e informaron sobre la confección de vestidos y calzado. Por otro lado, las alumnas de la Escuela de Adultos fueron las encargadas de recuperar las recetas y repartieron varias degustaciones entre los asistentes. El Ayuntamiento trasladó algunas de las piezas y objetos cerámicos encontrados en Majadaiglesia, para que el público pudiera velos. Incluso, el Centro Guadalinfo de la localidad desarrolló un taller sobre periodismo para rememorar los orígenes del mismo. La fiesta culminó con una ofrenda a Júpiter.

Esta iniciativa comenzó el año pasado con la Feria de la Prehistoria como un método para enseñar historia haciendo a los niños partícipes de la misma.

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