El divorcio ya es total. Por unanimidad, la Ejecutiva local del PSOE de Pozoblanco le exigió ayer al alcalde, Benito García de Torres, que presente su dimisión y que abandone el cargo. En un comunicado, que llegó antes a los medios de comunicación que al regidor pozoalbense, la Ejecutiva socialista explica los motivos "gravemente lesivos" que han provocado la "pérdida de confianza" en un alcalde que gobierna con las siglas del PSOE: el decreto de la Alcaldía del Miércoles Santo en el que Benito García asumía parte de las competencias de cuatro de sus seis concejales. Una semana antes, estos ediles habían pedido a la dirección provincial y regional del partido que hiciera todo lo posible porque el regidor abandonara su cargo.

La Ejecutiva socialista, en la que están representados cuatro de los seis concejales del PSOE en el Pleno pozoalbense, alude a "una situación política de crisis" que "afrontada siempre con posicionamientos de diálogo y acercamiento no ha encontrado eco en la persona que ostenta la máxima responsabilidad institucional de nuestra ciudad". De hecho, en el texto se alude a unos "intereses estrictamente personales y equivocados posicionamientos que no tienen identificación alguna con el proyecto colectivo" del PSOE, en una referencia clara, aunque sin nombrarlo, al alcalde. Sin embargo, sí que insisten en la "delicada situación de pérdida de credibilidad y liderazgo político de Benito García para afrontar el gobierno municipal y el diálogo con el resto de fuerzas políticas del Consistorio".

Al igual que a García de Torres no le tembló el pulso a la hora de quitarle competencias a sus concejales, a la Ejecutiva local del PSOE -cuyo secretario general es Manuel Llergo, concejal que se ha quedado sin área- tampoco le ha faltado contundencia para "expresar de manera formal a su presidente y alcalde de Pozoblanco" la "petición de su dimisión".

A partir de ahora, la Ejecutiva del PSOE tiene que ver qué hace si el alcalde decide no dimitir. Al final del comunicado, los responsables del PSOE de Pozoblanco advierten que pondrán "en marcha todas aquellas actuaciones" que "puedan redundar en beneficio" de la ciudad. En principio, una de las actuaciones que se plantea es que los propios concejales del PSOE presenten una moción de censura contra su alcalde y que intenten negociar con los ediles de la oposición para tratar de buscar un nuevo rumbo político en el Ayuntamiento.

El PSOE gobierna Pozoblanco en minoría. El voto de los seis concejales socialistas sería insuficiente para designar un nuevo alcalde entre sus filas. Para ello tendría que contar con otros apoyos. El de IU también se demuestra insuficiente, ya que con sus dos ediles esta opción sólo sumaría ocho votos -la horquilla de la mayoría absoluta está en los nueve ediles-. Por ello, como mínimo los socialistas tendrían que intentar sumar el apoyo del PA o bien negociar un hipotético gobierno de concentración con el PP, algo que parece más que imposible. También se baraja la posibilidad de que los tres grupos de la oposición se unan y planteen la moción de censura que barajaron en verano, pero que al final declinaron. Por último, existiría la posibilidad de una tercera vía más descabellada todavía: que Benito García pase al grupo mixto y que siga siendo alcalde con el apoyo de la oposición.

A partir de esta semana, los vecinos de Pozoblanco saldrán de dudas mientras asisten atónitos a una crisis de gobierno monumental que de momento tiene el Ayuntamiento totalmente paralizado.