Suma y sigue en las cifras del paro, que han vuelto alcanzar un nuevo récord y parece que no hay techo en el deterioro del mercado laboral. El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó ayer la Encuesta de Población Activa (EPA) relativa al tercer trimestre de este año y arroja un balance muy desesperanzador. Entre julio y septiembre -periodo en el que se puso en marcha la nueva reforma laboral- Córdoba ha sumado 13.600 desempleados, con lo que la cifra total asciende a 141.400 personas sin trabajo. 

La tasa de paro es del 37,8%, el cuarto porcentaje más alto de toda España, lo que quiere decir que uno de cada tres cordobeses en edad de trabajar no puede hacerlo. Córdoba sólo se ve superada por provincias como Ceuta -que lidera el ranking con un 41%-, Jaén y Almería, según el informe de la EPA. Los datos dejan a Córdoba en una situación de desventaja que, por otra parte, ya arrastraba desde antes incluso del comienzo de la crisis. El mercado laboral de la provincia siempre ha sido delicado y la coyuntura económica no ha hecho otra cosa que acentuar esas debilidades. La tasa de paro cordobesa es dos puntos superior a la andaluza que ha alcanzado el 35,2% -lo que se ha considerado un nivel histórico- y, lo que es peor, está 12 puntos por encima de la media nacional, que asciende al 25%. La economía cordobesa, según apuntan todos los análisis de expertos, depende demasiado del turismo y, a pesar de ser un sector que está aguantando la crisis, no deja de ser una actividad muy estacional. Lo mismo ocurre con la agricultura que, aunque está también resistiendo más que el resto, tiene un carácter muy temporal. La falta de un tejido industrial potente hace el resto para que Córdoba esté siempre liderando los ranking de desempleo.

Según los datos de la EPA, todos los sectores productivos han perdido personas ocupadas durante el tercer trimestre del año, a excepción de la agricultura. La actividad donde se ha producido una mayor sangría es la construcción, que tiene 8.100 empleos menos. A continuación se sitúan lo servicios, donde se han destruido 5.000 trabajos. Hay que tener en cuenta que los datos se corresponden con los meses de julio y septiembre, que coinciden con los de menos afluencia turística y se reduce la actividad en el comercio, lo que tiene su incidencia en el mercado laboral. La industria también ha tenido un trimestre negro con la pérdida de 3.500 puestos de trabajo. Por último, y como ya se ha apuntado, la agricultura ha sido la única rama productiva que ha conseguido crear empleos, en total 1.500 entre julio y septiembre. 

El paro es la peor consecuencia de la crisis económica ya que está dejando auténticos dramas de personas que no consiguen una oportunidad laboral y se quedan sin recursos. Según el Instituto de Estadística de Andalucía, en estos momentos Córdoba cuenta con 47.300 familias con todos sus miembros en paro. Esto quiere decir que en esas casas no se perciben ingresos, salvo los que lleguen por las prestaciones por desempleo, si aún no se han agotado. En el conjunto de Andalucía son 456.000 los hogares con todos sus miembros sin una nómina. La mayoría de los cordobeses que se quedan el paro recurren a familiares, amigos o a la información que facilitan los sindicatos para empezar la búsqueda de trabajo. El contacto con los empresarios es la siguiente salida que toman para volver al mercado laboral lo antes posible, aunque cada vez está más complicado.