LOS funcionarios se pusieron ayer a cantar villancicos cuando la consejera Josefina Cruz llegó a la sede de Delegación del Gobierno de la Junta. Pero lo peor no fue la protesta, ni que desafinaran, sino que las letras tenían un contenido muy crítico hacia el Gobierno de Griñán. Y es que las protestas de estos trabajadores se ha convertido en toda una pesadilla para los responsables de la Junta, que se ven escoltados por decenas de manifestantes en cualquiera de sus actos.

Y como toda manifestación tiene una consecuencia inmediata, pues los policías que estaban apostados en la puerta de la sede de la Delegación impidiendo que los manifestantes entraran o fueran más alla de la mera interpretación de los ya conocidos como Villancicos de la Junta empezaron a pedir el carné de prensa a los que acudían a cubrir la comparecencia de la consejera. Y como eso del carné de prensa ya no se lleva, que es de otros tiempos, pues más de uno pudo quedarse en la calle.