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La protesta de los funcionarios de la Junta por el decreto de reordenación del sector público llegó ayer hasta el Pleno municipal del Ayuntamiento de Córdoba. Decenas de funcionarios se sentaron en los bancos del público y, a una señal, comenzaron a mostrar pancartas en contra del Gobierno andaluz y alguna que otra careta con el rostro del presidente de la Junta, José Antonio Griñán. No había nadie del ejecutivo autonómico, pero los concejales del PSOE tuvieron que aguantar el chaparrón con la mejor cara posible.
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