LA Semana Santa ya se ha terminado, pero los ecos de las procesiones siguen más que vivos. Uno de ellos es el enfado que existe entre no pocos cofrades por la actitud de los costaleros y su tendencia a pasearse entre los nazarenos entre relevo y relevo. Y es que es cierto que llama la atención que quienes deben cargar con los titulares de las hermandades se pasen entre la feligresía costal y cigarro en mano.

LAS aguas no vuelven a su cauce en Pozoblanco. El alcalde no dimite pese a las presiones y la situación se agrava entre el desgobierno. Pero la batalla entre las partes no es nueva, tanto que a principios de marzo más de la mitad de la militancia pidió una asamblea extraordinaria para analizar lo que estaba pasando y exigir responsabilidades al alcalde y a sus concejales. La asamblea no se convocó entonces pese a que había quorum para pedirla y, aunque Durán dijo ayer que no era necesaria, cabe pensar si ese encuentro no hubiera sido clave para evitar que la situación llegara a este extremo.