EL vicepresidente económico de la Junta, José Antonio Griñán, presentó ayer en Córdoba los presupuestos que el Gobierno andaluz aplicará en la provincia en 2009. Serán 606,5 millones de euros de inversión, un 5,7% más que el año pasado, lo que sitúa a Córdoba como la segunda provincia en inversión por habitante. Las cuentas ofrecen como gran novedad una partida de 18 millones hasta 2013 para el Palacio del Sur, lo que supone un incremento en casi 6 de la promesa inicial y un reconocimiento de compromiso por parte de la Administración autonómica. No obstante, los 3,6 millones fijados para el año próximo auguran que aún tardarán en arrancar las obras. Otras dos infraestructuras viarias reciben un impulso importante: el tranvía y la ronda norte tienen consignados 1,7 millones y 750.000 euros, respectivamente, partidas que dan para realizar los estudios de dos proyectos que pueden solucionar los problemas de tráfico de la ciudad. Asimismo, los presupuestos recogen partidas importantes para la Autovía del Olivar, el centro de alta resolución de Noreña, el Centro de Creación Contemporánea (C4) o la ampliación del Reina Sofía. Inversiones que consolidan proyectos puestos en marcha por la Junta y les dan ese horizonte de finalización tan necesario en esta ciudad.

Pero frente a estas buenas noticias, las cuentas ofrecen dos dudas y una cruda realidad. Las dudas se refieren al modelo de concesión de obra pública que se aplica para la Torre Noreña -que acogerá numerosas dependencias de la Administración- y la Ciudad de la Justicia. En ambos casos, la Junta espera que sean empresas privadas las que carguen con su construcción -tasadas en 74,7 y 48 millones cada una- a cambio del usufructo de los aparcamientos y locales comerciales que contienen los proyectos. Esta fórmula, posible para la Torre de Noreña, se nos antoja errónea para la Ciudad de la Justicia, una infraestructura que no puede demorarse más dada la penosa imagen que ofrecen muchos juzgados de la ciudad. La cruda realidad se refiere al recinto ferial, un proyecto que se desdibuja nuevamente olvidado en las cuentas. Son por tanto unos presupuestos que cumplen con Córdoba, pero que adolecen quizás de falta de imaginación.