HOY tengo mucho que contarles, porque creo que ya puedo contarlo, que la semana pasada todavía me faltaba el pulso y hasta el aliento, lo que yo les diga, que ya saben ustedes que para mí mi barrio es una cosa sagrada, al igual que mi Córdoba bendita, claro está.

Y es que han pasado muchas cosas en mi San Agustín en los últimos días, y todas buenas, muy buenas, que se nos ha acumulado el trabajo de tanta alegría, y no creo que pueda contarlas como se merecen, por espacio y porque seguro que me quedo corto en las palabras, que ya saben ustedes que yo no soy hombre de muchas letras y en estas ocasiones es cuando más se me nota. Primero inauguramos la obra de nuestra plaza de San Agustín, que se ha quedado de dulce, que no me extrañaría que pronto empezáramos a ver a chinos con sus cámaras por aquí, que esto es un espectáculo de los grandes, lo que yo les diga, de verdad. Que si lo unimos a la iglesia, que hay gente que no la conoce todavía y no sabe lo que se está perdiendo, de verdad, yo creo que por dentro es de las más bonitas del mundo, y yo creo que me quedo muy corto, que no estoy exagerando, vaya cosa. Pues ahora tiene la entrada que se merece, que ya no hay excusa para no venir a visitar mi barrio, que lo tienen que meter en todas las guías que se hagan de Córdoba, porque es un auténtico espectáculo. Estuvo aquí Isabel, la alcaldesa, para inaugurarla, y nos juntamos todos los vecinos a escucharla, que anda que no habla bien la mujer, pero tela, que se le notaba que estaba también ella muy contenta. Un día muy grande para mi barrio, que hemos estado muchos años sin recibir nada y ya era hora. Ustedes aquí me habrán leído protestar por muchas cosas, pero nunca por las obras, nunca. Que yo sé que son un pestiño, pues claro, pero peor, mucho peor, es que no se hagan, que las casas y los barrios hay que reformarlos para que se vean abandonados. Que una cosa es la antigüedad y otra, bien diferente, el desaliño, que eso a mí no me gusta, y mucho menos en mi barrio. Ya se pueden imaginar ustedes como ha sido Las Angustias este año, vaya maravilla, y vaya procesión con gusto y señorío, sin quitarle mérito a las demás, por supuesto. Es que me acuerdo y se me pone la piel de gallina, de verdad, que ya puedes ser de misa o no que cuando algo es bonito, es que es bonito, y lo de este año ha sido espectacular. En fin, que solo espero que sigan las buenas noticias y que las sigamos disfrutando como ahora, que también nos merecemos una buena racha, y que dure, que no seré yo el que se harte, todo lo contrario. Porque yo no creo eso de que de todo se aburre uno, pues no.