Los cordobeses han tardado en ser conscientes de la tremenda riqueza faunística que albergan los sotos de la Albolafia, el único espacio natural protegido de Europa que se encuentra el seno de una ciudad. A los habituales patos y garzas, se ha sumado una familia de nutrias y lo cierto es que entre unas especies y otras el río es ya algo más que el atractivo de la vegetación y el Puente Romano. Decenas de personas observaron ayer a la colonia de ánades que se junta en los terreros que ha dejado la falta de lluvias. Es buen momento para un safari fotográfico.