Los trabajos en el Parque Arqueológico de Torreparedones de Baena no cesan y las próximas actuaciones previstas van a ser la restauración y cubrición de cuatro tumbas romanas hipogeas de la necrópolis oriental. El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, ha presentado al Ayuntamiento una propuesta de gasto para la contratación de estos trabajos por un total de 41.348 euros.

Asimismo, se va a llevar a cabo próximamente la finalización del trazado alternativo al camino de la Ermita y la estabilización definitiva de la Torre del Homenaje del Castillo, una intervención que se encuentra ya al 50%. Además, esta semana se ha iniciado el expediente para la contratación de los trabajos de restauración de tres esculturas romanas sedentes, una actuación valorada en 36.000 euros.

En los últimos meses se han llevado a cabo dos actuaciones encaminadas a mejorar los caminos internos del yacimiento. La primera, que contó con un presupuesto de 38.791 euros, se produjo antes de Semana Santa, para atender las visitas turísticas, y consistió en la adecuación de los caminos peatonales.

Por otra parte, en estos días se está ejecutando un trazado alternativo al camino de la Ermita y la mejora del badén en la carretera de acceso, ambas con un presupuesto de 44.143 euros.

En cuanto al Castillo de Torreparedones, con una partida presupuestaria de 240.190 euros, la segunda fase está aproximadamente al 50% de la ejecución. Esta intervención consiste en la estabilización definitiva de la torre del homenaje.

Por su parte, la tercera fase se encuentra en periodo de contratación, concretamente en fase de adjudicación, ya con las ofertas recibidas por el Consistorio. Con algo más de 241.000 euros se podrían restaurar las murallas de la fortaleza, según el proyecto técnico redactado por José Manuel Reyes.

Por otra parte, el arqueólogo municipal informó de que "ya se ha documentado la tumba monumental romana recientemente descubierta en la necrópolis norte". Morena sostuvo que "sería muy parecida al famoso Mausoleo de los Pompeyos descubierto en 1833", un monumento funerario que "correspondía a una cámara hipogea de planta rectangular orientada con los lados mayores en sentido norte-sur y disponía de una puerta en la pared oeste, así como de una repisa moldurada a un metro de altura del suelo sobre la que estaban colocadas las urnas cinerarias y los ajuares".

Esta tumba monumental está situada apenas a medio kilómetro de otra tumba conocida como la Mazmorra, lo que indica la grandiosidad que debió tener esta zona funeraria. Aunque la cámara ha sufrido expolios, los arqueólogos han podido encontrar restos de los ajuares y varias urnas ibéricas, que se seguían fabricando en tiempos romanos.