A la agenda de conciertos de la primavera cordobesa, en la que ya están confirmados Dani Martín, David Bisbal y Manuel Carrasco, se suma India Martínez, que presentará su nuevo disco el sábado 10 de mayo en el Teatro de la Axerquía, a partir de las 22:30. El coliseo al aire libre va completando una relación de citas para los aficionados a la música que en principio se revela más nutrida que la de los años anteriores.

Martínez regresará a su ciudad natal con las canciones de Camino de la buena suerte, publicado el pasado año y con el que quiere transmitir el mensaje de que el esfuerzo es necesario para alcanzar las metas. Es su quinto disco de estudio y vuelve a las composiciones inéditas tras el paréntesis que supuso el álbum de versiones Otras verdades (2012).

El agua del que emergía aquel disco y el viento que la mecía en Trece verdades (2011) dan paso al fuego, protagonista temático y espiritual de este trabajo. "El ser guarda un fuego permanente en su interior, ese fuego que todo lo mueve y nos hace sentir vivos", escribe la artista en el libreto.

"En este álbum, unas canciones queman y otras hablan de esa llama que se apaga", explica la cordobesa. Se trata en todos los casos de vivencias propias, narradas con "mucho optimismo y energía", como el single Los gatos no ladran, que asume con fortaleza y coraje el final de una relación sentimental.

David Santisteban y Riki Rivera repiten a su lado como productores para que todo suene, según declaraciones recogida por la Agencia Efe en la presentación del álbum, "grande y emotivo", como "de banda sonora", con toques exóticos del bansuri de Javier Paxariño, así como una fuerte sección de cuerda, con mayor importancia de la guitarra eléctrica, y un saxo "llorón" en Quizás.

Camino de la buena suerte es un diario de viaje narrado en más de una lengua, como el dialecto senegalés que utiliza en su arranque, Samadhi, en la que traza arabescos vocales que entroncan directamente con el segundo tema, Mientras arde la llama. Su gusto por lo arábigo se aprecia nuevamente cerca del final del álbum, con una versión del conocido tema de Cheb Khaled Aicha, "una cuenta pendiente y un reto" que guardaba Martínez desde que coincidiera con él en festivales internacionales de flamenco.

El guiño latino se aprecia en temas como Ando la senda, más caribeño, Bien por olvidarme y Ya no me lo creo. Y el viaje tiene también una escala en Rumanía, en el corte Tu si eu.