Una vida de pintura que Francisco Martín Salcines (Córdoba, 1929) ha compaginado con su carrera profesional, gestor administrativo y profesor mercantil, se muestra desde esta tarde a las 20:30 en la Fundación Bodegas Campos (Antigua Ermita de la Candelaria) como representación de una amplia obra en la que este artista ha plasmado varias temáticas, siempre con una única intención: "expresar lo bello". Aunque su actividad profesional no es la pintura, Martín Salcines asegura que "desde pequeño me gustó pintar". "El pintar, como la música o la arquitectura, son dones que recibes", añade.

La muestra, como su propio nombre indica, es "una antología", una retrospectiva de este pintor que asegura que ha creado mucho "pero con una particularidad, soy autodidacta", especifica. Martín Salcines expone 69 obras de pequeño y mediano formato en las que abunda la acuarela, aunque también hay óleos, acrílicos y cerámica. "Todo sin sujetarme a ninguna escuela", añade. En cerámica sólo hay dos composiciones con azulejos que muestran paisajes.

La temática que abarca este artista es muy variada, pero abundan los paisajes, sobre todo de la "Córdoba antigua", tipos populares, marinas, abstracciones y algún retrato. Martín Salcines reconoce que en sus trabajos no se sujeta a ninguna línea pictórica, aunque todos se caracterizan por ser realistas y por plasmar "lo estéticamente bello", como asegura el pintor.

La temática religiosa ocupa un lugar especial en la obra de este pintor. Sus trabajos de mayor formato son los evangelistas que están en el ábside de la parroquia de Cristo Rey, situada en el Tablero, realizados en óleo sobre tabla y que responden a la integración del pintor en esta parroquia. Otra de las muestras es la realización de christmas a base de acuarela para enviar en Navidad a familia y amigos. "Hay dos motivos que ocasionan lo religioso: los evangelistas y los christmas, que representan a ángeles y maternidades", explica.

Respecto a los paisajes, los atardeceres y las arboledas son un motivo recurrente en sus trabajos, al igual que las flamencas como tipos tradicionales. Respecto al color, afirma que lo emplea bastante y que es importante dominarlo, algo que muestra en sus pinturas sobre pájaros y flores de llamativos tonos.

Por otra parte, el amor hacia los paisajes de Córdoba llega desde su niñez. En los primeros años de su vida el artista habitó una casa situada en la actual calle Lineros, donde estaba rodeado por la iglesia de San Pedro, la plaza de La Corredera, la plaza del Potro y el Museo de Bellas Artes, lo que influye en sus posteriores composiciones.

Según Martín Salcines, esta muestra "es un poco atípica -en cuanto a la exhibición pública- porque me he visto obligado por mi mujer, hijos y por los Campos", reconoce. "Desde pequeño he pintado para la familia y los amigos", pero las obras que se exponen son las que están en posesión de su familia.

El autor vivió en los años 70 una época con fuerte vocación artística, por una parte por los viajes que realiza alrededor del mundo, y por otra por las técnicas que empieza a usar, como el pirograbado y la pintura al fresco, influido por las obras de los maestros italianos que observa en su visita a Italia. También ha experimentado con nuevas técnicas influido por las vanguardias, aunque estas novedades no desplazan el valor que para él tiene la acuarela.