Los trabajos en el foro romano de Torreparedones, en el término municipal de Baena, continúan dando frutos. La última buena nueva ha sido el hallazgo de un antebrazo derecho cuyas dimensiones indican que "perteneció a una estatua colosal, cuya altura pudo alcanzar los cuatro metros", explicó ayer el arqueólogo municipal y director de la excavación, José Antonio Morena.

En este sentido, Morena indicó que "la pieza está fracturada por el antebrazo más abajo del codo y se conserva la muñeca, la palma, el dorso y el arranque de los cinco dedos, los cuales iban labrados en piezas aparte engarzados mediante espigas de hierro, habiéndose recuperado sólo el dedo meñique". Asimismo, el arqueólogo municipal detalló que el brazo parece que "se representó extendido hacia adelante y con la palma abierta hacia arriba, sosteniendo un atributo, labrado en pieza aparte, que iba sujeto mediante un espigón metálico del que subsiste el orificio de anclaje y restos de óxido en el centro de la palma". El técnico sentenció que "al presentar la mano extendida con los dedos abiertos, el atributo sostenido no fue un cetro ni una rama de laurel, de modo que debió tratarse de una esfera o una estatuilla de Victoria".

En opinión del profesor de la Universidad de Córdoba Ángel Ventura, esta pieza podría corresponder a una representación femenina sedente de la Dea Roma, como la conservada en los Museos Capitolinos, sosteniendo un globo en el brazo extendido. De igual forma, Ventura subrayó que "muy probablemente" el templo que preside el foro de Torreparedones, por el momento en que se construye (alrededor del año 27 a.C.), habría estado dedicado a Roma y Augusto, al igual que el de la ciudad de Leptis Magna, en el Norte de África.

El profesor de la UCO precisó que la estatua, por su tamaño, no parece corresponder a la de culto del interior de la cella del templo, por lo que habría que imaginarla ubicada en el rostrum o plataforma delantera del templo, "de manera similar a la documentada en la ciudad africana mencionada".

Este hallazgo se suma a las estatuas ya recuperadas en la zona del pórtico norte (Livia, Tiberio y posiblemente una thoracata que representa a Trabajo) y al retrato de Claudio. Además, hay que añadir diversos fragmentos de otras esculturas realizadas en mármol blanco de gran calidad. Estos últimos descubrimientos se vienen realizando en la zona Noroeste del foro junto al templo.

Este último hallazgo llevado a cabo en la zona del entorno del foro romano evidencia "la importancia de este sector de la antigua ciudad romana". Para Morena, el foro era un "auténtico escaparate" en el que no sólo tenía cabida la propaganda oficial de la familia imperial y la información generada por el propio gobierno municipal, sino que era además un lugar idóneo para la exhibición del poder de las elites locales que a menudo eran homenajeadas por sus actos energéticos, de modo que, tanto en la plaza forense como en los edificios anexos (curia, basílica, templo), se ubicaban muchas estatuas.