El Pozoblanco sigue vivo en la pelea por dar el salto a Segunda B. Un tanto de Hugo Díaz a falta de escasos diez minutos para el final dejó sin respuesta al Utebo y neutralizó el 2-2 de la ida. Los vallesanos conocerán hoy a su próximo rival, en un sorteo que se celebrará en la sede de la RFEF a las 17:00.

Los aragoneses comenzaron el encuentro con mucho ímpetu, pero Díaz, en varias ocasiones, y la falta de acierto del Utebo en otras, privaron a los maños de marcar algún gol en el primer cuarto de hora. Mientras tanto, el Pozoblanco sólo se aproximaba a los dominios de Loscos con jugadas a balón parado ejecutadas por Javi Perez. La medular visitante no se encontraba cómodo ante la presión zaragozana y cometía numerosas imprecisiones ante el despliegue físico de los hombres de Miki Alvárez.

La primera parte finalizó con un empate a cero que dejaba todo por resolver. Los uteberos llevaron la iniciativa en la mayor parte de los 45 minutos, pero la seguridad defensiva visitante evitó que el marcador se moviera.

Tras el paso por los vestuarios, el bloque de Berges salió de una manera bien distinta al campo de Santa Ana. Los pozoalbenses tenían claro que un único gol les daba el pase a la siguiente ronda y comenzaron a trenzar jugadas de mérito. Sin embargo, cuando mejor jugaba el Pozoblanco el encuentro cambió de signo. El colegiado interpretó como tarjeta una mano de Javi Pérez en el centro del campo y el jugador visitante fue expulsado al haber sido apercibido anteriormente con otra cartulina amarilla.

Esta expulsión espoleó a los visitantes, que con un jugador menos empezaron a crear más ocasiones que en todo el partido. A falta de un cuarto de hora, Hugo Díaz se plantó en el área local y cuando ya se cantaba gol en el banquillo cordobés la defensa maña desbarató la ocasión en última instancia.

En su siguiente aparición, el pichichi blanquillo no falló. Hugo se hizo con un balón suelto en el área y batió con acierto a un desesperado Loscos. El gol cayó como un jarro de agua fría al Utebo, que ya no se repuso del golpe. Aunque, eso sí, al Pozoblanco le tocó sufrir en el tramo final ante las continuas intentonas zaragozanas.