Si hay alguna forma de espantar los fantasmas tras una derrota, el Ars eligió la mejor. Porque los palmeños, escocidos aún por su doloroso revés de la pasada jornada en la cancha del Ademar B, se sacaron la espina derrotando al Huesca en un gran partido. Los oscenses, que hasta ahora sólo habían cedido una derrota, cayeron en El Pandero ante un equipo que volvió a creer en sí mismo y que dio la imagen de que lo sucedido en León fue sólo un triste accidente.

Y eso que el Ars llegaba con la baja del pivote Filipe Martins, y con Manolo Fandiño y Juanlu Moyano tocados. Pero los de César Montes plantearon un partido muy serio con una defensa 6-0 y una enorme motivación durante los 60 minutos, apoyados en un Manu López colosal. Esos factores, unidos a una alta efectividad en ataque, hicieron que el Ars fuera siempre por delante en el marcador, consiguiendo hacia la mitad del primer tiempo ventajas de hasta cinco goles (8-3).

El técnico visitante, José Francisco Nolasco, tuvo que pedir tiempo muerto porque su equipo no conseguía batir la defensa palmeña por el centro. Manu López amargó el partido a la primera línea del Obearagón, especialmente a Alex Álvarez y al ex del Ars, Xavi Bertos. Sólo los tantos desde el extremo del chileno Rodrigo Salinas mantenían a los aragoneses con vida.

Si Manu López fue la clave atrás, Dani Hernández volvió a ser el eje en ataque, unido al extraordinario partido de Pedro Mota en el pivote y Sergio Cruzado. Con todos estos ingredientes, el partido llegó al descanso con un 18-15 a favor de los locales.

La segunda mitad comenzó igual que la primera, con un Ars muy serio en defensa y eficaz en ataque. El partido se convirtió en un intercambio de goles y exclusiones por ambos equipos, una dinámica que con el transcurrir de los minutos favorecía a los palmeños.

El técnico oscense, viendo que se consumían los minutos y no conseguía acercarse en el marcador, ordenó una defensa abierta intentando cerrar la circulación del juego de ataque impuesta por Dani Hernández. Lejos de ser eficaz, el central palmeño siguió perforando la meta visitante, esta vez desde la línea de seis metros.

Eso fue suficiente para que el Ars mantuviera la ventaja ante un Huesca impotente. Ni la lesión de Dublino -que se tuvo que retirar del partido mediada la segunda mitad por un problema en el gemelo- pudo empañar un día feliz para el Ars, que una semana después volvió a sonreír.