El club sella la renovación de Flores hasta 2012

R. D. / Córdoba

27 de febrero 2008 - 05:02

El Córdoba y Javi Flores estaban condenados a entenderse. El club cerró anoche la continuidad del centrocampista hasta 2012, por lo que el canterano se convierte, sin duda, en el buque insignia del proyecto blanquiverde.

La entidad anhelaba ampliar el contrato, que expiraba el año que viene, a toda costa. El director deportivo, Emilio Vega, llevaba varios meses en contacto con sus representantes (Manuel García Quilón y Antonio Caballero) para cerrar una operación impulsada por el presidente, Rafael Campanero.

Por la mañana, Flores reconoció que "como dijo (Rafael) Rojas -director general cordobesista-, es verdad que se está hablando. Pero no se ha dicho nada de última hora, el tema estaba bastante parado. Me ha sorprendido que haya salido todo esto. Yo no sé nada". "Mis agentes saben lo que quiero. Una vez que ellos lo saben, ya no hace falta que yo entre más", puntualizó. La renovación estaba cantada.

En cualquier caso, ensalzó la iniciativa y la insistencia del club, pues "es de agradecer que confíen en mí sin haber jugado. Ahora queda mi parte, demostrar esa confianza en el terreno de juego".

Juanlu y Arthuro entrarán en la convocatoria de Jémez para viajar a Motril si no media una desgracia. Las bajas confirmadas para retar al Granada 74 son tres: el sancionado Arteaga, el lesionado Aurelio... y el de siempre, Javi Flores. El canterano tiene el alta médica desde la semana pasada, pero aún necesita afinar la puesta a punto en los entrenamientos. La competición es otra cosa.

Sin embargo, Javi se muere por debutar. En una temporada muy ilusionante para todos, y especialmente para él, al tratarse del único componente del plantel formado en los escalafones inferiores, el quinto metatarsiano del pie izquierdo le ha jugado una mala pasada. La fractura sufrida en un amistoso en Alcalá de Guadaíra el 1 de agosto se reprodujo más de tres meses después, cuando acariciaba su estreno en Segunda División. Ahora vuelve a ver la luz al final del túnel, pues "cada día que pasa estoy más contento y más seguro del pie, que es lo importante. Me ha ido bastante bien el entrenamiento y espero ponerme físicamente bien rápido".

Su pasión por el balón es tal que no esconde sus ansias por colaborar: "Mi idea es jugar ya, pero el que tiene que decidir es el míster. Cuando él me vea al mismo ritmo que los demás y que puedo entrar, va a decidir. Por mí, y después de tanto tiempo, lo único que quiero es entrar. Pero ya dije que, para estar bien bien, dos o tres semanas eran seguras. Aunque me voy encontrando muy bien, todavía me queda un poquito para llegar al ritmo de mis compañeros".

La afición cuenta los días para ver en acción a un futbolista deslumbrante. La pasada temporada, bajo la supervisión de Pepe Escalante, pasó de ser un mediapunta liviano a convertirse en un mediocentro con mayúsculas, que además de exhibir una visión de juego privilegiada multiplicó sus prestaciones defensivas. Su evolución táctica y física fue extraordinaria.

Ya queda menos para que el número 21 deleite sobre el césped, su hábitat natural. Lo hará con la confianza de tener el futuro resuelto.

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