Gustavo Savoia - Delantero del Córdoba

"Puedo ser mejor que el del vídeo"

  • El argentino se ha integrado rápido y debutó "con el pie derecho" en Cádiz pese a su lastre físico · Valora el proyecto porque "en el fútbol se tiene que apostar para ganar".

Medio tiempo en el amistoso en Lucena y un cuarto de hora escaso en el Ramón de Carranza, donde incluso pudo marcar en la única ocasión visitante y el último balón fue suyo, desahogando a su martirizado equipo junto al banderín de un córner en el campo del Cádiz, han bastado para descubrir a Savoia. Un ariete puro y un tipo muy simpático en la distancia corta. El nueve del Córdoba ama su profesión y ya está aquí, aunque no exige la titularidad. Ser futbolista también pasa por hacer piña, y en ello está.

Tiene usted un buen trasero. Lo digo por lo bien que protege la pelota.

-(Apura su bebida isotónica y ríe). En Argentina hubo un técnico que siempre, por las características del juego, era terminar de entrenar y poner balones para aprender a cubrir la pelota. Me mandaba hacer muchos posteriores.

A mi juicio fue la mejor noticia que deparó el partido de Cádiz. Porque ya no es noticia que Raúl Navas es un porterazo.

-El partido de Raúl fue notorio. Sacó tres pelotas que eran goles. En los 15 minutos que me pidió el míster que entrara traté de dar un poco de desahogo a los compañeros, que estaban cansados porque se había corrido mucho en ese partido. Traté de aguantar la pelota, descargar, dormir el partido, porque se nos estaban viniendo los indios.

El Córdoba tiene portero. ¿Y delantero centro?

-También. Tiene dos o tres (ríe).

En los entrenamientos se le ve bromista. Es usted un personaje.

-(Ríe). Me gusta divertirme, siempre con respeto. Valoro mucho cómo me han recibido los compañeros, me han dado una cierta confianza de que se puede hablar, al grupo le gusta hacer bromas, y eso es bueno. Siempre dije que soy un afortunado de la vida por ser jugador de fútbol, hacer lo que más me gusta. ¿Cómo lo voy a hacer triste, más allá de que el profe nos hace correr mucho? Siempre hay que tratar de venir con buena cara, ya sean buenos o malos momentos, y siempre darle para adelante. Siempre con una sonrisa.

Me ha dicho que el vestuario le ha dado un gran recibimiento. ¿Qué se cuece allí dentro?

-Es muy bueno. Ya lo dije en la conferencia el día que llegué. Siempre que uno llega a un lugar nuevo tiene dudas por cómo será recibido, pero si uno es respetuoso con adónde viene, sea Europa o Sudamérica, tiene que adaptarse al equipo, al club, a la ciudad. No puede ser que 50 personas se adapten a uno. Me adapté muy bien. Ellos me dieron y yo me mostré como soy, una persona alegre, que siempre trata de venir con buena cara. Y como hago bromas, si me las hacen... Tengo que aguantarlas. Es un grupo muy bueno. De los que he tenido, es de los que más me está gustando. Y me he dado cuenta de que todos vamos a tirar hacia el mismo lado, y eso es lo más importante.

Lucas Alcaraz, el profesor. ¿Qué tal con él?

-Bien. El profe no es de hablar mucho, pero tira sus bromas en los entrenamientos (ríe). Es buena persona. En lo poco que llevo con él ha demostrado ser un técnico muy exigente, que no acepta un no como respuesta o un más o menos. Él quiere todo al ciento por ciento, y si uno no da más, debe pedir el cambio, ya sea en un entrenamiento o en 10, 15, 20, 90 o 100 minutos.

Supongo que usted buceó en internet cuando se cerró su fichaje para saber adónde iba. Dígame lo que ha contrastado y lo que más le ha llamado la atención de su nuevo club.

-Sí, me metí en internet. Apenas me dijeron que había una chance de venir aquí, me metí en internet y ahí ya salía todo. Primero me fijé en cuántos delanteros había (ríe). Y me fijé en la ciudad, para ver dónde venía, las costumbres... Me gustó la ciudad, la gente está muy bien, y eso es bueno, que uno se sienta cómodo para después poder devolverle con alegría los 90 minutos que uno tiene en la cancha.

Usted militaba en la Serie B brasileña y ha sido contratado por la impresión causada en vídeos con una selección de sus mejores jugadas. ¿Es una apuesta, una temeridad, un acierto?

-En el fútbol se tiene que apostar para ganar. Yo aposté dos veces y perdí. En lo de los vídeos, voy a poner un ejemplo: cuando fui a Brasil, me habían seguido durante los cuatro últimos partidos de cuartos de final y semifinales que había jugado con Cobreloa, y anduve muy bien, fui para allá y no anduve tan bien. Es más, no jugaba por la misma gente que me había llevado. Y aquí, como todos saben, fue por vídeos, y tanto el profe como el coordinador de fútbol apostaron por eso. Vengo a demostrar que puedo ser mejor que el del vídeo, a trabajar y a sumar.

En Sudamérica ha conocido el oficio. Pero Europa es otra cosa.

-Sí, es muy distinto. Cambia mucho la mentalidad del jugador, y para cualquier jugador sudamericano venir a Europa es un sueño. Uno nace y, cuando empieza a jugar al fútbol siendo sudamericano, primero quiere jugar en su equipo, y después irse a Europa y jugar en la selección. Me tocó en una edad en la que todavía me quedan varios años de fútbol, y no lo voy a desaprovechar.

Parece cuestión de ritmo. Aquí se juega más rápido que allí.

-Mucho más rápido. Sobre todo, en Brasil se juega con un césped muy alto, incluso otro césped, con hojas más anchas, canchas mucho más pesadas... Aquí todo es más rápido (ríe). Pero es cuestión de adaptarse. Estoy mucho mejor que el primer día. Con el trabajo que hace el míster y los profes con respecto a reducidos, a dos toques... Me ayuda mucho.

Está lejos de su mejor nivel físico, pero ha tenido que debutar a la carrera por las bajas en la delantera.

-Con respecto a lo físico, lo que más necesito es el ritmo de juego por el tiempo que no he jugado en los últimos tiempos. Pero con los profes el trabajo físico lo estoy llevando bien. Cuando uno vaya agarrando el ritmo de partidos... Porque no es lo mismo correr una vuelta de 1.000 metros que jugar 45 minutos; te cansa menos jugar 45 minutos. Estoy convencido de que a medida que agarre mi nivel de fútbol va a ser lindo. El problema lo va a tener el míster, porque entre tantos delanteros va a tener que poner a dos.

De Lucena a Cádiz. Va cogiendo minutos, va a más.

-Lo de Lucena fue bueno. Ya dije que me gustaba ir porque iba a jugar 45 minutos. Me tuve que adaptar al campo, pero me sirvió para moverme. Los 15 minutos contra el Cádiz también me sirvieron, porque era un partido en el que había que correr, no quedaba otra, porque se venían ellos. Creo que entré bastante bien.

¿Hasta qué punto puede funcionar un ariete de sus características en la Liga Adelante?

-Creo que también depende mucho del juego que hagamos para el nueve. Como juega el profe, a mí me va a servir mucho: salir, aguantarla, descargar... A mí eso me gusta, porque me gusta chocar, me gusta ir al frente. Mientras después tengamos chance de gol, eso es bueno. Después la diferencia se marcará en lo físico, en el roce. Y una vez que ya se chocó y ya tenemos la pelota, a jugar.

1-0 al Celta con gol de Savoia. ¿Dónde hay que firmar?

-Uh, qué lindo. Habría que preguntarle al míster si me lleva ya (ríe). Sería buenísimo. Ojalá esté de nuevo entre los convocados y me toque jugar 15, 20 o más minutos. Sería muy lindo debutar de local con un gol. Para mí ya empecé con el pie derecho, y sería un paso bueno.

Me habla de 15 o 20 minutos. ¿No se ve todavía para ser titular?

-Si me ponen para jugar de titular, juego, pero eso lo decide el míster y los chicos de arriba, tanto Asen como Pepe, lo están haciendo muy bien. Uno tiene que esperar. Fui uno de los últimos en llegar, y ahora tengo que remarla, trabajar día a día y ponerme a la altura de ellos, porque sé que todavía estoy un escalón por debajo, tanto en lo físico como en lo futbolístico. Pero si no me toca estar de entrada, espero estar 10, 15 o 20 minutos e ir sumando para darle un problema más al profe.

No ha tenido mucho tiempo para evaluar a unos y otros, pero ya tendrá una idea del potencial de los rivales.

-Sí, sobre todo por lo que me dicen los compañeros. Ahora nos toca el Celta, está el Rayo, el Murcia... Ahí me perdí (ríe). Me han dicho que hay cinco o seis equipos que son los que van a pelear el ascenso, y nosotros tenemos que pelear para, como ya me han dicho los hinchas, sufrir un poco menos que el año pasado. Por lo poco que he visto en resúmenes con el míster, o en la televisión, porque veo todos los partidos que puedo, aquí hay equipo y el grupo está unido, y eso es lo bueno. Creo que este año no se va a sufrir tanto como otros años.

Ha firmado sólo hasta el 30 de junio. ¿Quedamos ya para otra entrevista dentro de un año?

-Dale. Sí, seguro.

Aquí se vive muy bien y la gente está como loca por disfrutar del fútbol. Es usted un afortunado, y además le deseo suerte.

-Muchísimas gracias. A esa gente que a uno lo recibe tan bien en su casa, en la ciudad, siempre le digo que el jugador de fútbol tiene el privilegio de darle a veinte, quince o diez mil personas que vienen al campo, más todos los que están fuera, 90 minutos de alegría o dos días de alegría, hasta que llegue el próximo juego. Por eso uno se siente un privilegiado.

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